Por: Dionel Sena

El pasado fin de semana estuvo circulando en redes sociales de Durango, la decisión que el Partido de la Revolución Democrática (PRD) tomó de bajar de la candidatura para diputado federal por la vía plurinominal a Gamaliel Ochoa, el cual tiene en su contra acusaciones de hostigamiento y abuso sexual, mismas que el sol azteca asegura no haber tenido conocimiento de esos antecedentes antes de su registro y que por ello, no vieron inconveniente de inscribirlo como su abanderado, sin embargo, y a pesar de que el juez que conoce del caso no ha emitido una sentencia, se tomó la decisión de bajarlo por congruencia a sus principios y a la línea política que siempre han manejado, la pregunta aquí es… ¿Lo hacen por convicción o por conveniencia?

No es ningún secreto que a últimas fechas, el caso de Félix Salgado Macedonio ha estado en el ojo del huracán por las acusaciones que pesan en su contra de violación y violencia política de género, entre otras más, y la cerrazón del partido al cual forma parte de registrarlo como su candidato al Gobierno de Guerrero sin importar esos antecedentes, que por más que algunos casos hayan prescrito, es innegable que ello representa una mancha indeleble en la vida política y electoral de este país, de ahí el que distintos colectivos hayan impulsado el movimiento hacia el Presidente de la República para qué #RompaElPacto patriarcal, lo que no ha ocurrido y lo que le ha valido cualquier cantidad de críticas para quien despacha en Palacio Nacional, de ahí el que muchos se estén subiendo a ese movimiento tratando de llevar agua a su molino.

Este pudiera ser justo el caso del PRD, el cual al ver lo que pasa en el contexto nacional, trató de mandar un mensaje de coherencia política y bajar a su abanderado duranguense de esa posición plurinominal, por más que la misma hubiera sido muy difícil para el sol azteca llegar a esa curul, primero por la posición en la que fue inscrito y segundo, porque ese partido político tiene mucho tiempo que no pinta en la primera circunscripción del país, por más que en los últimos años haya ido aliado con Acción Nacional, es decir, la posición es perfectamente sacrificable, se suben al tren del movimiento antes referido y de paso, marcan agenda por la decisión que tomaron de ser «coherentes» con romper el pacto, como si apenas se hubieran dado cuenta del hecho y de las similitudes de ello.

Este tipo de decisiones no siempre pasan inadvertidas al ciudadano común, el cual está cada vez está más informado de lo que ocurre en su entorno, máxime si se trata de un proceso electoral, pues se debe decir con todas sus letras que la decisión en este caso, no la tomó Miguel Ángel Lazalde sino el Comité Ejecutivo Nacional, por lo que esta «medallita» no se le puede atribuir a la dirigencia estatal, misma que en todo momento, se opuso a remover al candidato a pesar de las presiones que colectivos como “Sí Hay Mujeres”, en Durango, estuvieron haciendo, por ello llama poderosamente la atención la legitimidad de esta decisión, misma que no termina por la legitimar nada al interior de ese instituto político y si se puede interpretar como un triunfo para los grupos de mujeres que pedían no se permitiera ese registro hasta que la autoridad no decidiera al respecto.

Twitter: @dionelsena