Por: Dionel Sena

Lo que parecía impensable hasta hace algunos meses, está empezando a cambiar en el ánimo del electorado rumbo al 2021, pues según la última encuesta de El Financiero, Morena ha tenido una caída estrepitosa en las últimas semanas en las preferencias electorales, mientras que Acción Nacional y el PRI, ya podrían competir -al menos aritméticamente – con el partido que fundó Andrés Manuel López Obrador, mismo que se ha visto afectado por el manejo político y social que se ha emprendido desde Palacio Nacional en temas muy sensibles, el último de ellos, la pandemia provocada por el COVID-19, del cual hasta hace sólo algunos días, el propio Presidente desestimó y hacia llamados a los mexicanos de que salieran sin temor alguno, hoy el cambio de discurso también implicó costos políticos que al parecer ya se están sintiendo.

Tomando como referencia la medición descrita y la cual debe tomarse con todas las reservas del caso, de enero a la fecha, el Movimiento de Regeneración Nacional cayó 15 puntos, ubicándose apenas con el 18 por ciento de las preferencias, porcentajes que le dan para seguir arriba solo como partido rumbo al 2021, mientras que el PAN y el PRI, con el 10 y 8 por ciento, respectivamente, tendrían que ir aliados para ofrecer una competencia real a los candidatos morenistas el próximo año y pelearle las curules federales, lo que aún está por escribirse, pues ni Alejandro Moreno Cárdenas, ni Marko Cortés, se han vuelto a pronunciar al respecto, indicativo de que aún no se ponen de acuerdo en una hipotética gran alianza nacional, el motivo quizá, es que aún tienen tiempo para hacerlo.

Se debe precisar además que, hay un amplio sector de la población encuestada que ya no manifiesta predilección por algún partido político en sí, pues según esta encuesta hecha a 820 adultos -vía telefónica- en el mes de marzo, el 59 por ciento de los entrevistados señaló no tener un partido afín, indicativo de que ya ningún instituto político llena sus expectativas y que la lógica sería que, el día de las elecciones haya un alto abstencionismo, por lo que si las proyecciones son ciertas, Morena y sus aliados, podrían sacar hasta un 44 por ciento de la votación, mientras que el PAN, un 24 por ciento y el PRI, el otro 20 por ciento, aunque tampoco hay una garantía de que así vayan a quedar los números finales, lo que es innegable es que el partido que hoy gobierna el país, está perdiendo fuerza y para las elecciones del 2021 pudiera llegar aún más diezmado.

A pesar de lo anterior, ni Acción Nacional ni el Revolucionario Institucional, han logrado capitalizar ese desencanto hacia Morena, pues sus indicadores prácticamente no presentan movimientos en relación a las últimas mediciones, lo que quiere decir que aunque la ciudadanía esté inconforme de cómo se están haciendo las cosas en México, no los ve como una opción que garantice que las cosas cambien, además de que hay que tomar en cuenta que, la gran fortaleza del AMLO no está en la gente que tiene acceso a una línea telefónica o a las redes sociales, su fuerza está en la gente con alto grado de marginación a la que están llegando la mayoría de sus programas clientelares y a los cuales, piensa sacarle raja política y electoral cuando sea el momento propicio, un factor que de ninguna manera puede pasarse por alto.

Twitter: @dionelsena