Senador
Por: Emmanuel Salazar
José Ramón Enríquez Herrera es un personaje que se ha convertido en el ave de las tempestades desde tiempos del exgobernador Ismael Hernández Deras, y desde entonces ha buscado, a veces con poca ortodoxia, posiciones políticas con el fin de aportar su granito de arena a Durango, según su visión. No dudamos que tenga en su intencionalidad profunda lograr mejorar Durango, aunque a veces, y se lo hemos comentado directamente nos desconcierta, y en esta ocasión no es la excepción.
Enríquez Herrera se suma a la fracción parlamentaria de Morena en el Senado de la República, y con ello el partido político del Presidente podrá convocar a un periodo extraordinario para poder votar una iniciativa del tabasqueño, Andrés Manuel López Obrador para manejar a su antojo, dicen los más avezados en dicha reforma: El presupuesto a su antojo.
De un gran olfato político, Enríquez Herrera cambia, como en otras ocasiones de siglas, sin el menor pudor y se pone en el ojo del huracán pues en redes ha sido objeto de una fuerte, intensa campaña en su contra a grado tal que ha intercambiado dichos con el expresidente Felipe Calderón.
Pero, Enríquez Herrera ni se inmuta, tal y como ocurrió hace poco más de un año cuando en el Congreso del Estado se le pudo sancionar con la inhabilitación de sus derechos políticos, lo cual quedo en un intento que le fortaleció pero que no se transformó en un voto que le pudiera refrendar quedarse como Presidente municipal de Durango.
Pero quizá la derrota del año pasado haya sido para bien del Senador, pues ahora es evidente que ha entablado comunicación con el zacatecano Ricardo Monreal como para poder pactar su ingreso a la bancada de Morena en el Senado. Monreal es un viejo lobo de mar, buenísimo para concertar y negociar, hábil para dialogar con sus contrarios -dicho sea de paso, me toco seguir sus pasos cuando fue Gobernador de Zacatecas, como corresponsal de Grupo Reforma-.
De esa mezcla de políticos surgió el acuerdo, y ahora Enríquez Herrera estará en Morena, ya no con una invitación virtual como la de principios del año pasado cuando se registró como precandidato a presidente municipal del partido del Mandatario, no, ahora como miembro de la bancada de dicho partido en el Senado de la República.
Podemos no estar de acuerdo con Enríquez Herrera, por su cambiazo, pero lo que no podemos dejar de reconocer es su habilidad para tejer ese tipo de acuerdos.
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