Sesión solemne en Tlahualilo, no es para menos, el centenario lo justifica
26/08/2020 - Hace 4 años en MéxicoSesión solemne en Tlahualilo, no es para menos, el centenario lo justifica
Por: Gilberto Jiménez Carrillo
En los últimos diez años, con mucha frecuencia el Congreso del estado de Durango ha realizado sesiones solemnes fuera del recinto oficial. Con motivo del nacimiento de Guadalupe Victoria se fueron los diputados a Tamazula, lo mismo estuvieron en San Juan del Río recordando a Pancho Villa y en el 2013, en la Hacienda de La Loma municipio de Lerdo, con motivo del centenario de la conformación de la División del Norte.
El 28 de julio de 1920, el general Francisco Villa cayó de sorpresa en Sabinas, Coahuila. Estando en ese lugar aceptó el armisticio que le propuso en Gobierno del presidente Adolfo de la Huerta. Un armisticio es la suspensión de hostilidades pactada entre pueblos o ejércitos beligerantes. El Presidente envió a Sabinas al general Eugenio Martínez, quien estaba en Torreón, y juntos levantaron un acta el día 28, donde se acordó que Francisco Villa se retirara a la vida privada. A cambio el Gobierno federal le cedió en venta la hacienda de Canutillo. Se le autorizó una escolta de 50 hombres que Villa designaría y que dependerían de la Secretaría de Guerra y Marina, que pagarían sus sueldos. Además, se acordó que el desarme de las fuerzas villistas se realizaría en la población de Tlahualilo, Durango.
El día1 3 de agosto Pancho Villa llegó a Tlahualilo para cumplir con el desarme de su ejército, según el acuerdo de armisticio. Para el día 18, Villa le escribió al comercio torreonense pidiendo un donativo en ropa y calzado para sus fuerzas, pues sus soldados se encontraban muy escasos de todo tipo de vestuario, por la larga campaña que habían soportado. En la carta de Villa decía que esperaba la ayuda de los particulares, porque no quería pedirle al Gobierno en vista de que la situación no muy bonancible del erario nacional. El día 26, la presencia de Villa en Tlahualilo dio a esa población un lugar aspecto de feria. Innumerables personas de todas las clases fueron a visitar y a conocer al famoso guerrillero. Diariamente el tren de Tlahualilo llegaba pletórico de gente: Vendedores, militares y civiles de todas las clases. Algunos iban por negocio, pero la mayoría sólo llevó el deseo de conocer o saludar al duranguense. Al día siguiente la prensa local informó que la Secretaría de Agricultura prestaría tractores a Villa para ser llevados a Canutillo; también dijo que enviará también acémilas, arado, trilladoras que serían pagados por Villa.
El 31 de agosto de 1920, Pancho Villa cumplió con el acuerdo de Sabinas y entregó las armas en lo que se conoce como el Manifiesto de Tlahualilo. El municipio quiso festejar el centenario con una gran celebración, pero por cuestión de la pandemia eso no fue posible, pero esto no fue impedimento para que los entusiastas maestros Luis Talamantes, Guadalupe Cortina y Lorenzo López Amador, así como el Licenciado Jesús Ortiz, con el apoyo incondicional del presidente municipal Alejandro Rodríguez Belmonte, se dieran a la tarea de que este histórico centenario no pase desapercibido, para ello realizaron una serie de modestas actividades que finalizaran precisamente el 31 de agosto. La pregunta es, ¿Por qué Villa escogió a este lugar para pacificarse? y la otra pregunta, ¿tendrá el Diputado que representa a Tlahualilo, la sensibilidad para proponer se celebre una sesión solemne en el lugar que Doroteo Arango decidió entregar las armas?
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