Por: Gilberto Jiménez Carrillo

Resulta de los más sencillo omitir opiniones sin fundamento, sin conocimiento de causa y sin datos duros, eso cualquiera lo puede hacer, y sobre todo si quien externa su opinión sobre tal o cual asunto de interés general, es una figura pública. Con respecto al incremento presupuestal que requiere la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, su titular Javier Castrellón Garza, manifestó que se ha planteado un aumento del 18 por ciento en el presupuesto de la Secretaría, pues en el último año ha crecido el estado de fuerza, además de existir planes de construir bases para dejar de rentar en los lugares en donde se tiene presencia de la Policía Estatal. Ante esta declaración, algunos diputados pertenecientes a Morena respingaron aduciendo una serie de argumentos totalmente descabellados y fuera de contexto. Para estos legisladores, el incremento que solicita el eficiente funcionario, es para gastarlo en asuntos encaminados a un proyecto personal, ya que según los levanta falsos, en sus legítimas aspiraciones a una eventual candidatura, el licenciado Castrellón Garza desvía recursos en beneficio propio.

Lo que no saben ni se imaginan los falsos acusadores, es que en materia de seguridad cada año las necesidades se incrementan, pues cualquiera logra entender que una ciudad y un estado como el nuestro están en constante crecimiento. Las nuevas empresas, asentamientos humanos y los ciudadanos, requieren seguridad publica diariamente, por eso es lógico que se pida un incremento. Seguramente los calumniadores ya olvidaron que con la desaparición del Fortaseg, se dejó sin recursos a las instancias dedicadas a la procuración de seguridad pública. En el reciente Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF), precisamente a iniciativa de Morena, desapareció el Programa de Fortalecimiento para la Seguridad (Fortaseg). Se trataba de un subsidio que en su pasada edición se otorgó a 286 municipios y, en su caso, a los estados, para el desarrollo de las personas encargadas de la seguridad. Por ejemplo, la profesionalización y certificación policial y las tecnologías, infraestructura y equipamiento para su operación.

Otra cosa que no saben los que calumnian al Secretario, es la existencia de un reconocimiento por parte del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública a la Secretaría de Seguridad Pública de Durango por su aplicación del gasto, mismo que se ha ejercido de manera eficiente y transparente, subsidio que ha sido meticulosamente auditado peso por peso. Pero como estas absurdas y falsas acusaciones se hacen al calor del ya próximo proceso electoral, Castrellón Garza les respondió a los calumniadores, que, si es necesario renunciar al cargo para lograr un aumento en el presupuesto de seguridad pública que beneficie a toda la sociedad, -incluidos los difamadores- sin ningún problema se hace a un lado, finalmente no hay tiene nada que ocultar. En los últimos cuatro años, en Durango hemos avanzado en materia de seguridad, ahí están las cifras que el mismo Gobierno federal reconoce, pero sobre todo la sociedad, que entre otras cosas aplaude y celebra que en Durango se acabaron los secuestros, lo cual no cualquiera puede presumir. De manera que no será con levanta falsos como van a desprestigiar a Javier Castrellón, mejor apoyen su solicitud y todos saldremos ganando.

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