Por: Hermann Linden

Esta semana inicia la distribución de un primer lote de 10 mil ejemplares de la Cartilla Moral en los siete mil templos evangélicos del país, aseguró Arturo Farela Gutiérrez, presidente de la Confraternidad Nacional de Iglesias Cristianas Evangélicas (Confraternice).

El nombrado tres ocasiones como uno de los 300 mexicanos más influyentes del país por la revista Líderes, detalló que esta cartilla será difundida no sólo en sus templos, sino que será llevada casa por casa y se dará a conocer en los eventos multitudinarios organizados por las iglesias de esta denominación.

Farela Gutiérrez previó que en un mes se repartirán los primeros 10 mil ejemplares que les entregue el Gobierno federal y esperan recibir la misma cantidad cada mes para su distribución.

Explicó que tienen planeado que, en los templos de este credo, además de distribuir el cuadernillo, los pastores impartan pláticas entre sus fieles “para que conozcan su contenido, y después que en los templos se conozca, entonces se podrán transmitir las enseñanzas entre las personas, con nuestros vecinos, amigos y familiares que normalmente no acuden a las iglesias”, expuso.

Todo suena muy bonito, pero, ¿y el Estado laico? ¿Dónde queda la veneración de nuestro Presidente al Benemérito de las Américas, aquel que siempre se caracterizó por tener a raya a la Iglesia (entiéndase religión), ajena a los asuntos del Estado?

El líder evangélico rechazó que con la difusión de este cuadernillo se atente contra el Estado laico, puesto que el contenido de esta cartilla no es religioso, sino que aborda “principios universales” para que la sociedad pueda vivir de manera armónica, como son el amor al prójimo, el respeto al matrimonio, a la familia, así como a la naturaleza.

¿De qué trata la Cartilla Moral? Es un texto escrito por el regiomontano Alfonso Reyes en 1944, a petición del entonces secretario de educación, Jaime Torres Bodet, quien solicitó su creación para fortalecer el patriotismo y el rescate de valores entre los mexicanos durante el sexenio del Presidente Manuel Ávila Camacho. 75 años después, será distribuída con las mismas intenciones, fortalecer las “buenas costumbres” y enaltecer el nacionalismo y patriotismo a través de sus 12 puntos clave y 2 resúmenes:

1.- La Moral y el Bien, 2.- Cuerpo y Alma, 3.- Civilización y cultura, 4.- Los Respetos Morales, 5.- Respeto a Nuestra Persona, 6.- La Familia, 7.- La sociedad, 8.- La Ley y el Derecho, 9.- La Patria, 10.- La sociedad humana, 11.- La naturaleza, 12.- El Valor Moral

¿Realmente tendrá vigencia la Cartilla Moral? En el texto de presentación, escrito por el presidente López Obrador, comienza diciendo que “la decadencia que hemos padecido por muchos años, se produjo tanto por la corrupción del régimen y la falta de oportunidades de empleo y de satisfactores básicos, como por las pérdidas de valores culturales, morales y espirituales…” y más adelante continúa “Nuestra propuesta para lograr el renacimiento de México busca hacer realidad el progreso con justicia y promover una manera de vivir sustentada en el amor a la familia, al prójimo, a la naturaleza, a la patria y a la humanidad. La difusión de la Cartilla Moral de Alfonso Reyes es un primer paso”. El texto que será distribuido, está adaptado por José Luis Martínez, quien fungió como secretario particular de Torres Bodet; y aunque se antoja analizarlo como parte de un adoctrinamiento anacrónico, son varios los especialistas que se han dispuesto a defender su vigencia y justificándolo como un planteamiento pedagógico.

Lo que debe quedarnos muy claro, es que esta “desempolvada cartilla” es sin lugar a dudas, el parteaguas para una sui generis Constitución Moral, que en el remoto caso que nuestra “cabecita de algodón” pregunte al “pueblo sabio” en una de esas ya tan famosas consultas a mano alzada, sobre cuál prefieren, si la Constitución Política que viene del Constituyente de Querétaro de 1917 o la Constitución Moral y si ésta gana, no quiero ni pensar lo que pasaría… Que Dios nos agarre confesados.

@HermannLinden