Por: Luis Alberto Jorge López Chávez

Han pasado algunos días que terminaron las votaciones más competidas en la historia de Estados Unidos y aún no existe un claro ganador; independientemente de quien se levante con el triunfo el halo de dubitación se mantendrá tal vez por varios meses, el análisis subjetivo dice que Biden se quedara con la victoria, es muy probable que Trump no alcance la reelección.

A México por la calidad de vecino que ostenta y la cantidad de mexicanos y descendientes de mexicanos que tiene en la unión americana le es relevante el resultado, sobre todo por la postura que debe de tomar; seguramente a la defensiva, aunque ambos candidatos han intentado captar el voto latino ninguno tiene un plan de Gobierno que nos beneficie como nación.

Se supone que EU tiene una de los sistemas democráticos más fuertes, organizados y transparentes del mundo, sin embargo, al día de hoy se encuentran en una disyuntiva para elegir al ganador, tal situación se da en parte porque Trump se juega la presidencia a partir de un mandato de cuatro años, es decir busca la reelección ¿Qué pasaría si en México existiera la reelección presidencial?

En el origen de nuestra historia como país independiente la vicepresidencia y la reelección fueron figuras que existieron y se extinguieron hace muchos años, la primera porque era el lugar perfecto para atentar contra el presidente en turno y ocupar su lugar, la segunda a raíz de los treinta años de Porfiriato, como borrar del imaginario a Francisco Ignacio Madero con su frase “Sufragio efectivo, no reelección”.

Ambas figuras se difuminaron a partir del derroche, el ventajismo y la unilateralidad, no obstante, su importancia no es discutible; el vicepresidente cubre la espalda del primer mandatario y recae como un icono de autoridad por encima de cualquier personaje del gabinete; en México la posición más parecida es la del secretario de gobernación, sin embargo, no cuenta con la envergadura ni legitimidad de la vicepresidencia, principalmente, por que no es electo. La reelección por su parte abona a la trascendencia de metas y objetivos durante una administración y avala la buena o mala gestión del político en cuestión.

Hace algunos años, se retomó la reelección en México en el ámbito legislativo, tanto en el orden federal como en el local, del tema presidencial no se ha hablado claramente, una sombra de incertidumbre gira en torno a la posibilidad, precisamente por los excesos del pasado. Han existido pronunciamientos expresos desde la trinchera de la actual administración, sin nada en concreto, aunque la posibilidad es real, y con mayoría en ambas cámaras factible, mucho dependerá el número de diputados que Morena y sus aliados obtengan el próximo año, Estados Unidos, ahora se encuentra en una crisis de polarización, en parte a raíz de la existencia de la reelección, misma que en su naturaleza no es mala, lo que no es bueno es el hambre de poder absoluto y en ese tenor queda demostrado que en México muchos actores padecen de gula.

Twitter: @LuisLopezdgo