Por: Emmanuel Serrano

El presidente Andrés Manuel López Obrador se refirió a la denuncia presentada por Emilio Lozoya como una tragicomedia y en realidad la frase se aproxima a la realidad, en donde indudablemente la corrupción pulula por doquier y es el origen del triunfo de Morena en 2018.

Los actos de corrupción que se engendraron en el sexenio de Enrique Peña Nieto, sin lugar a dudas nos remontaron a aquellos pasajes que se evocaron en el gobierno de José López Portillo, sin embargo, en esta ocasión se integraron elementos del Partido Acción Nacional (PAN) cosa que a principios de los 80´s no ocurrió pues la corrupción se concentró en el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y sus políticos.

Para desgracia de nuestro Presidente, en lo que va de su sexenio existen ya visos de esos sucesos de corrupción que actualmente señala y se regodea, pues este miércoles habló por 50 minutos sobre el tema, como si sus colaboradores estuvieran exentos de ese mal que va de la mano con el poder que es la corrupción.

Por lo pronto, Manuel Bartlet y su prole ha sido cuestionada a grado tal que un respirador, uno solo, fue vendido por un hijo del titular de la Comisión Federal de Electricidad a un millón 500 mil pesos, lo que implica sin duda un sobre precio que se urgió a pagar ante la inminente pandemia.

Otro botón de muestra, está en la Secretaría de la Función Pública, Irma Erendira Sandoval y su esposo, el nativo de Estados Unidos, John Ackerman, quienes aparecen ya con una cantidad importante de bienes inmuebles.

Será muy loable que el presidente López Obrador no solo persiga a quienes se corrompieron en los sexenios pasados, pero aquí lo fundamental será quitarles los millones más allá de enviarlos a la cárcel que eso no le sirve de nada a la sociedad mexicana.

En el pasado, algunos connotados panistas quedaron más que expuestos con parte de la red de corrupción del régimen que está destinado a morir pues una sociedad moderna como la mexicana no puede por ningún motivo permitir que persista esas prácticas anómalas.

Ojalá y el Ejecutivo nacional en verdad les quite los bienes mal habidos a los panistas y priistas, y uno que otro morenista, pues ahí está, por ejemplo, el Gobernador de Puebla que también ha sido salpicado en las acusaciones de Lozoya, a quien se le debe de expropiar todos sus bienes y dejarlo sin nada.

Comentarios: @jemmanuelsr