Por: Alberto Palacios Z. 

Antes de entrar en los puntos de la agenda mediática de la semana pasada, quiero hacer una breve reflexión sobre la situación de emergencia desatada por las lluvias intensas en la entidad este fin de semana, ya que fue un tema drástico y que, sin duda, rebasó cualquier previsión de las autoridades, pero lo bueno, en lo que cabe, es que se está brindando atención inmediata a los afectados, lo que NO debe ser politizado, ni por las autoridades ni por la oposición, porque a ninguno de los afectados le importa de qué partido sea quien llegue, mientras se les ayude, ayer, hoy mañana, o pasado mañana, el apoyo nunca sobra y lo peor que puede hacer cualquier político es llegar y decir “recuerde que yo le ayudé”, como algunos planean hacer próximamente.

Ya entrando en materia, quiero destacar la polémica que se desató ante las críticas y cuestionamientos que enmarcó la diputada Sandra Amaya, quien encabeza nuevamente el Poder Legislativo del estado, en cuanto al Informe de Gobierno de José Aispuro Torres, titular del Poder Ejecutivo, ya que, si bien fue un posicionamiento fuerte y aparentemente agresivo, fue correcto, por lo menos en cuanto a la percepción de una gran cantidad de sectores ciudadanos, que sienten que no se ha hecho suficiente.

El problema no fue que no se le diera respuesta a la Diputada local por Morena, sino que vino una tormenta de ataques mediante redes sociales, de cuentas plenamente identificadas y ligadas a un “ciberactivista” que ni siquiera es de la entidad, pero que además, inmediatamente salió en fotografías con el Mandatario y otros panistas con cargo público en este momento, lo que lejos de ayudar, dejó mal parado al grupo estatal de asesores en comunicación, que además levantaron las simpatías por la legisladora de oposición. Tache para esa parte del equipo del Bicentenario y mi respaldo a Sandra Amaya, quien ha brillado en trabajo legislativo, gestión y cercanía con los ciudadanos.

Por otro lado, la próxima semana inicia la Glosa del Informe ante el Congreso del Estado, donde los titulares de las dependencias estatales serán cuestionados y tendrán que responder directamente a los diputados, y este escenario es el más importante porque demostrará el temple, preparación y resultados de los funcionarios, así como el oficio político de ambas partes, de lo que se puede asumir que las áreas más cuestionadas serán la Secretaría de Salud y la de Bienestar, por las consecuencias que ha traído la pandemia por COVID-19 y las reacciones ante ella con el recurso tan limitado y la gran falta de personal que se viene arrastrando de años anteriores.

En esta ocasión hay muchas cuestiones circunstanciales que podrían hacer que los cuestionamientos de los diputados locales sean más incisivos, más fuertes, más insistentes, por lo que insisto en que algunos funcionarios podrían tambalearse, sobre todo los recién nombrados (lo que no es excusa para fallar en la Glosa), pero hay  personajes como Jaime Rivas Loaiza, Sergio González Romero, Javier Castrellón y Alfredo Herrera Duenweg, que están tan involucrados en el funcionamiento de su dependencia y que han admitidos desde siempre las áreas de oportunidad, que podrán librar la situación con creces, pero no todos saldrán abantes.

La situación no se viene fácil, ni para la autoridad ni para la oposición que representa el bloque Morena-PT, porque habrá situaciones que, si los legisladores no saben abordar correctamente, pueden desperdiciar una oportunidad de oro para demostrar que merecen estar ahí (sobre todo para los que pretenden tratar de reelegirse el año que viene, que algo me dice que serán varios) o saltar al siguiente escalón, una diputación federal en 2021 o presidencias municipales para 2022, pero quienes ya traen la preparación y la experiencia, como Otniel García Navarro, Iván Gurrola y Rigo Quiñónez, sabrán aprovechar, además de colarse a los reflectores Esteban Villegas y Gaby Hernández, del PRI.

Veremos cómo resulta todo.

@AllenVhanfuer