Por: Alberto Palacios Z.

Los que saben de política, tienen claro que una elección no es igual, ni siquiera a la anterior inmediata, por lo que nada asegura que los números que vimos este 2021 se repitan para el 2022, tal y como pasó en la victoria avasallante del PRI en 2015 y su derrota en 2016, la victoria histórica de Morena en 2018 y su caída en 2019, o el PAN ganando en 2016 y 2019 pero en tercera posición en 2021 como partido individual.

En esta serie de cambios electorales hubo muchos factores, uno fue la tendencia nacional pro-AMLO en 2018, pero en todas las demás tuvieron que ver el hartazgo ciudadano y el convencimiento de liderazgos sociales, a los que se les facilita apoyar al PRI o al PAN o a Morena, según lealtades y amistades (que son los menos) o intereses (que son los más), lo que genera una disputa silenciosa entre dichos institutos políticos, en la que el tricolor, otrora hegemónico en este tema, se ha ido recuperando poco a poco de los robos azules o morenos, lo que demostró al ser el segundo partido más votado individualmente.

No es casualidad que dichos liderazgos se empiecen a alinear con el tricolor luego de voltearles bandera en ya dos o tres elecciones, sino consecuencia de trabajo arduo de convencimiento mezclado con desencanto de algunos actores azules que no cumplieron con ciertos compromisos, pero sí hay que aclarar que la «ópera cicatriz» no tuvo nada qué ver con nombres como Enrique Benítez, Alicia Gamboa ni Sughey Torres, sino con actores que hablaban a nombre de figuras nacionales, porque las líderes no querían tener nada qué ver con los tres mencionados.

Nombres como Miguel Ángel Olvera, Catalina Mercado, Omar Jiménez, Daniela Soto, David Payán, junto a los líderes de CNOP, CNC y MT sirvieron de mucho a la recuperación discreta del PRI, sobre todo porque para muchos liderazgos pesó más el nombre de Rubén Escajeda e Ismael Hernández Deras como un ancla de compromisos que cualquier otro, es más, todos fuimos testigos de cómo personajes de las colonias y sectores y organizaciones se fueron de él y culparon directamente a Benítez.

Hoy, con un proceso de renovación en puerta, el PRI tiene mucho que ofrecer, porque los tres nombres que nadie quería ver ya son diputados plurinominales y no tendrían motivos para buscar la dirigencia, aunque sí van a querer levantar la mano para 2022, pero si no los quieren en su partido…

Además, el PRI tiene muchos nombres qué ofrecer, tanto para la gubernatura como para los ayuntamientos (alcaldes y regidores) como Gaby Hernández López, Leticia Herrera Ale, Esteban Villegas, Daniela Soto, Adán Soria, Rubén Escajeda, Ricardo López Pescador, etc.

Los espacios serán poco, porque tienen que repartirse entre ellos y el PAN, además de los partidos que se vayan sumando, por lo que tienen una lucha permanente por mantener estructura y luego viene la electoral, que no se viene fácil porque Morena ya se está ordenando al interior, reforzada por Ruta 5 y parte de la ciudadanía que se había desviado a partidos que ya perdieron el registro.

Twitter: @AllenVhanfurer