Por: Alberto Palacios Z.

Las luchas del poder tienden a ser ajenas a los intereses de los ciudadanos, porque las cosas que implica no impactan de manera significativa en nuestro diario vivir, por eso es incomprensible para muchos la razón de que las luchas por los cargos de elección o las posiciones, por lo que la primera razón que se le viene a la mente a la gente ajena al quehacer político es el dinero.

La verdad es que hay más implicaciones que ésa, como es la facilidad de transitar en la relación entre los Poderes del Estado, el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial, ya que un Congreso del Estado afín al Gobernador le facilita muchas cosas y acciones, como pasó en los mejores tiempos del PRI y los primeros dos años de la administración de José Aispuro Torres, cuando la alianza que lo llevó al Bicentenario tenía la mayoría de las diputaciones, pero todo cambió cuando la alianza opositora Morena-PT-PVEM ajustaron la balanza en 2018, señalando irregularidades y abusos .

Por esta situación, el balance de poderes es una batalla que todos los partidos están dispuestos a librar, y el PRI-PAN-PRD, que se llevaron la mayoría de las diputaciones por elección, se vieron sorprendidos por el ajuste de Morena para que se turnaran los tres años de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) a los tres partidos más votados según el apoyo ciudadano, tema que ya abordé; la situación generó violencia y actos que demostraban el enojo y desesperación de la alianza oficialista tuvo un vuelco cuando anunciaron su estrategia para echar abajo la reforma que calificaron de arbitraria y oportunista , ya que para una «jugada sucia» (como la llaman sus militantes) decidieron orquestar otra aún más sucia.

Los panistas y priistas pretenden pelear en tribunales que se eche abajo la reforma a la Ley Orgánica del Congreso del Estado, alegando que dicha iniciativa afecta directamente a una mujer, pero no sólo una mujer, sino una mujer indígena, una minoría, Sandra Luz Reyes, Diputada por el Distrito XV local y originaria de El Mezquital, a quien dirán que se eligió para presidir la Jucopo, cuando sabemos que no es así, que sería Ricardo López Pescador el que asumiría dicho encargo, y quien aún lo haría en el segundo año de actividades legislativas.

Siempre he destacado el papel que algunos priistas han jugado en diferentes cargos, sobre todo el de Gabriel Hernández y el propio López Pescador, quienes eran mis dos apuestas para presidir la Jucopo por parte del PRI, pero sí me parece que esta jugada (probablemente orquestada por el CEN tricolor) de utilizar a la diputada indígena para una jugarreta así, aunque sea legal, es aún más ruin, oportunista y chantajista que el albazo que acusaron de Morena, y si los magistrados a los que llegue este asunto llegan a fallar a favor, será obvia la complicidad, porque una reforma se deroga cuando afecta de forma general a un grupo minoritario, no a una sola persona por un periodo limitado y que pudiera estar o no estar ahí, ojalá su moción sea rechazada para que aprendan una lección y los miembros del Poder Judicial no se vean mancillados también.

Sinceramente, esperaba más del PRI y del PAN en este asunto, porque el querer explotar la figura de una mujer indígena para echar abajo una reforma y luego quitarla para poner a alguien más, insisto que no es ilegal, pero es peor que lo que señalan, lo que los cataloga aún más abajo que a quienes criticaron por un albazo que ellos hubieran aplicado igual, pero ganen o no la lucha legal, es una mancha que muchos ciudadanos no olvidarán para el próximo año, pero si ganan, ojalá sí dejen al frente a Sandra Luz Reyes para que no se les caiga el teatrito tan pronto.

Twitter: @AllenVhanfurer