Por: Alberto Palacios Z. 

Los mensajes políticos de los últimos días, incluso semanas, dejan como algo más que obvio que todos los aspirantes rumbo al 2022 ya están trabajando a marchas forzadas para pavimentarse su camino, ya sea a la gubernatura o a la presidencia municipal de su preferencia, muchos ya con la medición que les dejó la elección que acabamos de vivir.

En el PRI y el PAN se sienten con ciento grado de confianza por los resultados, ya que se vieron beneficiados con el mayor número de diputaciones ganadas, aunque claro, con la suma de votos entre ambos partidos, por lo que muchos de sus militantes creen que al ser los ungidos, casi en automático ganarían; mientras que Morena trata de capitalizar que fueron el instituto político más votado individualmente, a lo que podrían o no sumarse los votos del PT y el Partido Verde.

Para muchos es obvio que Gonzalo Yáñez tratará de hacerse de la candidatura de Morena-PT, y algunos sospechamos que si no lo logra, podría reventar la alianza para ir solo por el partido de la estrella; mientras que José Ramón Enríquez está haciendo lo propio con la misma estrategia que ha usado desde su campaña para Senador y un año más tarde para la reelección a alcalde aunque con una estructura sin medir desde la elección 2019, por lo que no sabemos si ha crecido o decrecido; al tiempo que Marina Vitela, alcaldesa de Gómez Palacio, ya demostró que su nombre pesa en La Laguna, más otros factores que le darán impulso.

En ese tenor, Hugo Rosales Badillo, líder moral de Redes Sociales Progresistas, ya dijo que si Marina es la candidata, él va a apoyarla, lo que le da más fuerza a su proyecto; otro hecho sumamente relevante es la visita de Manuel Espino, Comisionado del Servicio de Protección Federal, a La Laguna, para firmar un convenio de colaboración entre dicha dependencia y el Ayuntamiento de Gómez Palacio, pero más allá, hizo una alianza de apoyo mutuo con Vitela, donde la lectura fue que, cualquiera de ambos que sea el abanderado de Morena, el otro lo apoyará con todo.

En ese sentido, ya está probada la estructura de la alcaldesa en La Laguna, que fueron los bastiones del triunfo de la Cuarta Transformación (4T) en la entidad, pero hay que destacar que Manuel Espino tiene mucho que ofrecer, con su movimiento nacional Ruta 5, el cual está creciendo en Durango, aglomerando ciudadanos y exmilitantes de varios partidos, cuya responsabilidad recae en la empresaria Sonia Flores, quien ha sido presidenta y vicepresidenta de organismos de la iniciativa privada, entre otros logros políticos, y quien va sumando perfiles con renombre en varias áreas de la sociedad civil, así como estructura en los lugares menos pensados, por lo que se abren camino como una opción diferente en la entidad.

Que las cosas se estén dando así, de ninguna manera aseguran que ya haya un nombre escrito para la candidatura de Morena, porque Manuel Espino, pese a decir “las dama primero” rumbo al 2022, no se descarta, pero su diplomacia sí suma mucho para la unidad que Otniel García Navarro está construyendo en la 4T como delegado del CEN de Morena, por lo que quien sea la ungida o ungido, llegará con todo a dar la madre de todas las batallas.

En cuanto al PRI y PAN, pueden ser muchos los que levanten la mano, pero pocos los que de verdad pueden sumar al proyecto de la siguiente gubernatura, como detallaré en la siguiente entrega (por cuestión de espacio), además de que, como ya dije, la suma de los votos entre ambos partidos los dejan un tanto confiados, pero cabe recordar que fue apenas arriba del 40 por ciento del padrón electoral el que votó, por lo que un ocho o 10 por ciento más que salga a votar, podrá hacer la diferencia para un bando o el otro.

Por: @AllenVhanfurer