Por: Alberto Palacios Z.

El día de hoy termina la LXVIII Legislatura, la cual estuvo marcada por cuestiones que la marcaron como la más relevante en los últimos años, si no es que, en la historia del Congreso del Estado, lo que deja la vara muy alta para los diputados locales que inician labores formalmente a partir de mañana, 1 de septiembre.

Esta Legislatura, como dije, inició con un punto histórico, era de una mayoría absoluta (la mitad más uno, o más) de oposición al Poder Ejecutivo; fue la primera donde vimos diputados venidos de la reelección; vimos a Sandra Lilia Amaya como la primera mujer en presidir el órgano rector de este poder, ahora llamada Junta de Gobierno y Coordinación Política (Jugocopo); vimos a la diputada morenista repetir como titular de dicha comisión, para después confiársela, junto con sus correligionarios, a Iván Gurrola, quien cierra este encargo con grandes resultados.

Durante este periodo legislativo también remarqué que había una sana competencia entre los diputados para presentar iniciativas que de verdad impactaran a la sociedad y ciertos grupos vulnerables, con miras a que muchos de ellos pensarían en buscar la reelección o alguna otra candidatura, pero que a fin de cuentas es bueno para nosotros como ciudadanos porque las leyes ahí están.

También remarqué en más de una ocasión que el haber tenido una Legislatura opositora al Ejecutivo, fue muy fructífero porque se revisaron a consciencia las cuentas públicas y se denunció tanto malas prácticas como a malos funcionarios, al tiempo que las glosas de los informes fueron de verdaderos cuestionamientos y no pasarelas del gabinete.

Debo destacar el trabajo hecho por Sandra Amaya e Iván Gurrola por Morena, al igual que el de Esteban Villegas por el PRI, ya que ellos, desde la Jugocopo, permitieron y hasta forzaron las marchas para que las iniciativas se trabajaran en comisiones y llegaran a votarse en el Pleno, logrando esos históricos 684 decretos; el que dejó mucho a desear al frente de este órgano fue el lagunero Pablo César Aguilar.

Con estos resultados, es lógico que miembros destacados de la Legislatura puedan levantar la mano o ser la opción natural para sus partidos en 2022, dónde se elegirá gobernador(a), alcaldes, regidores y síndicos; con esa dinámica, Sandra Amaya e Iván Gurrola son las cartas naturales de Morena, mientras que Gaby Hernández y Esteban Villegas lo son por el PRI, así como Carlos Maturino y Antonio Ochoa destacan por el PAN.

SORPRESA

Resultó sorpresivo el hecho que, luego de tanta confrontación y sangre por la reforma a la Ley Orgánica del Congreso del Estado, Morena terminará por ceder el primer año de trabajo legislativo al frente de la Jugocopo al PRI, el segundo al PAN y que se quedaran con el último, pero no me queda duda que Otniel García Navarro veló por los mejores intereses de la ciudadanía y la sana relación entre las fuerzas políticas, para que se encarguen de legislar y no de buscar revanchas electorales.

Twitter: @AllenVhanfurer