Por: Emmanuel Salazar

No cabe duda que la vida tiene muchas sorpresas, pues este jueves se observó una escena difícilmente imaginable hace tres años, pues el gobernador, José Aispuro, y Esteban Villegas, presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado, llamaron a la unidad de los duranguenses en pos de presupuesto.

Quienes compitieron hace tres años por la gubernatura, en Tamazula olvidaron ese momento y coincidieron en exhortar a los duranguenses a unirnos para lograr evitar la caída del gasto contemplado para Durango en el Presupuesto de Egresos de la Federación.

Villegas representa formalmente al Poder Legislativo, mientras el Gobernador al Poder Ejecutivo, por lo que faltó una representación del Poder Judicial para potenciar aún más el llamado a evitar el divisionismo y la confrontación entre duranguenses de cara a la definición del presupuesto.

Por momentos, pareciera que los activos de Morena, como las diputadas federales y de alguna manera la senadora Margarita Valdez, hacen falta para lograr permear en las mesas de negociaciones las necesidades que tiene Durango con respecto al gasto.

Hay la lectura de que las diputadas federales están más involucradas ahora con la eventual definición de quién será el «superdelegado», y ojalá nos equivocáramos, pero lo que realmente se requiere ahora es tocar puertas y volverlo hacer para evitar dejar al estado marginado de los recursos necesarios para mantener la dinámica económica trastocada desde hace ya algunos años, a grado tal que Durango vivió ya una recesión.

De alguna manera, los recortes al presupuesto de Durango iniciaron hace tres años y han proseguido, sin embargo, el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación 2020 presentado por el Ejecutivo federal redobla la tendencia a grado tal que no es remoto, para nada que lo es, pensar que la economía duranguense puede colapsar el siguiente año.

Cuestión de ver cómo sortean actualmente los sectores la astringencia de recursos, pues no hay circulante y la inversión federal simplemente ha sido erosionada en los últimos tres años.

Intentar impulsar la economía duranguense sin el respaldo del Gobierno Federal es realmente difícil de pensar, pues se carece de una planta productiva.

En el primer semestre Durango exportó mil 201 millones de dólares, cuando Chihuahua, en ese mismo periodo, vendió al extranjero 27 mil 159 millones de dólares según Inegi.

De ese tamaño es la diferencia que existe con el vecino estado del norte, cuyas exportaciones representan el 14 por ciento del total nacional.