Por: María de Lourdes López Salas

En el año de 1947 se publicó la primera edición del gran libro de Albert Camus llamado “La Peste”, obra que transcurre en una época contemporánea con una trama de ficción, que describe terribles consecuencias de una plaga letal.

El libro de Camus, hace referencia en sentido literal a una plaga que asola y domina a una ciudad, su posterior aislamiento del mundo exterior, el subsiguiente “exilio” e infestación del populacho.

Nunca se imaginó el autor que esa peste que alude, llegaría en el 2019 y se propagaría de manera violenta e inusitada en el 2020 para llegar hasta el día de ayer en el mundo a 40 millones de personas contagiadas por el COVID-19.

Mientras que, en México, hasta el domingo por la noche eran ya 851 mil 227 casos confirmados, teniendo una cifra de 86 mil 167 personas fallecidas por el letal virus del Coronavirus.

En las últimas horas hemos escuchado que ya se está registrando la segunda ola de contagios, es decir, ya se tiene rebrote del COVID-19 en países como Francia y España, lo que ha llevado a endurecer las medidas de las autoridades, a pesar de la inconformidad de la población.

En México y en Durango no terminamos de dimensionar la gravedad de la enfermedad, de nada servirán las medidas que los gobiernos establezcan, si las personas no atiende los cuidados que se deben seguir teniendo.

Los ejemplos son claros, en cuanto se cambió se semáforo, las medidas sanitarias ya no se atendieron por la población, los restaurantes, bares y “antros” llenos de gente y sobre todo los jóvenes son los que mayormente se están descuidando lo que lleva al aumento de contagios.

La información no solo proporciona poder, también nos permite prevenir, en este caso una enfermedad como lo es el Coronavirus, pero es fundamental que la población atienda las recomendaciones.

Hace meses iniciamos con la jornada de la Sana distancia, el uso de cubrebocas, se suspendieron actividades no esenciales y así se aplicaron una serie de medidas para evitar la propagación de_

Luego hubo una etapa de incredulidad, que llevó a señalar que eran mentiras del Gobierno la existencia del virus. Ahora no solo es una realidad, sino que esta enfermedad ha cobrado la vida muchas personas y aún con ello nuestra necedad de no atender las medidas no está llevando a una situación de gravedad en los contagios.

La presencia del Coronavirus, vino a cambiar nuestra forma de interactuar y a generar el confinamiento, mientras que no exista la vacuna para evitar el contagio de este virus, la nueva normalidad nos lleva a seguir usando las medidas sanitarias de la sana distancia, el lavado frecuente de manos, el uso de cubrebocas cuando sea necesario y sobre todo evitar la movilidad.

En el caso del municipio de Durango, se están tomando las medidas pertinentes, especialmente en los comercios, empresas y prestadores de servicios, sin embargo se requiere también de una nueva conciencia social para respetar las medidas sanitarias y no actuar como si todo fuera igual que antes de la pandemia, ya que nos puede salir muy caro no respetar la “nueva normalidad”.

*Titular de la Unidad de Transparencia e Información Municipal, UTIM, Durango

Por: María de Lourdes López Salas

Twitter @lululopezsalas