Por: María de Lourdes López Salas

En las democracias modernas, la existencia contrapesos del poder han sido fundamentales para evitar los excesos de quienes lo detentan. En México no ha sido la excepción y de ahí la relevancia de los órganos constitucionales autónomos, como el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y la Protección de Datos Personales, (INAI).

Con la reciente postura desde la presidencia de la República sobre la posibilidad de la desaparición o fusión de algunos de ellos como el INAI, han sido crecientes las voces que exponen que eso no es viable y sería un retroceso.

El fortalecimiento normativo para lograr que en este país se le diera el rango constitucional y autónomo al INAI, se construyó a partir de la exigencia social para garantizar el derecho a saber, la transparencia y posteriormente la protección de datos personales.

La semana anterior en la sesión del pleno del INAI, se trató un tema que por su naturaleza es relevante, ya que involucra a un personaje acusado de presuntos actos de corrupción, se trata del exdirector de Pemex, Emilio Lozoya Austin.

Un particular solicitó información a la Fiscalía General de la República, FGR, sobre la bitácora del vuelo para extraditar al exdirector de Pemex de España a México, precisando los funcionarios de la Fiscalía que viajaron, tipo de avión, así como, la matrícula; los gastos que generó el vuelo incluyendo turbosina y los aperitivos, detallando el costo.

Además, pidió el parte médico donde se diagnosticó anemia y problemas en el esófago a Lozoya Austin, y la manera en que se efectuó el traslado al hospital, precisando si fue vía terrestre o aérea y si estuvo a cargo de la familia.

La FGR le respondió a la solicitante que la bitácora de vuelo era reservada y que el expediente médico de Lozoya era parte de una investigación que estaba en trámite y por lo tanto no se podía entregar.

Sin embargo, el INAI entró al fondo de la inconformidad del solicitante y resolvió a través del comisionado Francisco Javier Acuña Llamas, quien planteó que la solicitud estaba relacionada con un caso de corrupción, que llegó a los más altos niveles de la administración pública y es considerado de interés general, por lo tanto, era vital abrir la información en beneficio de la sociedad.

De ahí se desprendió la resolución que llevó a cabo una prueba de interés público, ponderando la idoneidad, necesidad y proporcionalidad, que determinó que sí debería darse a conocer la bitácora del vuelo, los funcionarios de la FGR que viajaron, tipo de avión, la matrícula; los gastos que generó el vuelo, incluyendo turbosina y los aperitivos. Así como la versión pública del estado de salud de Lozoya, ya que la misma FGR lo hizo público a través de sus redes sociales.

Este caso, lo que revela es la importancia de la actuación del INAI para resolver este tipo de casos, sólo imaginémonos que la secretaría de la Función Pública tuviera que solventar este tipo temas.

Por ello es indispensable que el INAI o cualquier otro organismo autónomo no desaparezca o se pretenda limitar sus funciones.

Titular de la Unidad de Transparencia e Información Municipal, UTIM, Durango

Twitter @lululopezsalas