Por: Fernando Román

 La votación en México, se ha desarrollado de una manera tradicional al instalar casillas electorales, generalmente, en las escuelas o en algunas casas de los vecinos. Se puede decir, que los elementos centrales del día de la Jornada Electoral, son los ciudadanos, las credenciales para votar, el listado nominal y las boletas electorales.

Durante la reforma político electoral del año 2014, se empezó a darle forma a la votación por medio de la urna electrónica y los centros en los que se podía votar. Recuerdo que durante muchos años este tema ha sido polémico, puesto que hay sectores que apoyan el uso de las nuevas tecnologías de la información y otros que establecen que el modelo tradicional debe de permanecer. No cabe duda, que este debate fue tronado por la pandemia del COVID-19, y ahora el INE tiene que desarrollar a marchas forzadas una propuesta para emitir el voto electrónico de manera gradual.

Este tema trae consigo determinadas consideraciones, que se deben de evaluar en la organización de las elecciones en México, los cuales son: La ubicación de las casillas, la capacitación electoral a los ciudadanos que serán funcionarios de casilla, y el desarrollo de las nuevas tecnologías de la información.

La ubicación de las casillas y las características de los inmuebles es un tema que el INE como las autoridades educativas del país lo han ido trabajando de manera paulatina, puesto que cada vez son más las escuelas donde se instalan las casillas. Por otro parte, cada vez es más complicado que los ciudadanos acepten ser funcionarios electorales y que reciban y cuenten los votos; un dato adicional es que a mayor educación y buen nivel económico se rechaza el puesto; además, que el medio rural es más participativo que el medio de la ciudad. Otro elemento adicional, que hay que tomar en cuenta son las tecnologías de la información, las cuales la mayoría de los ciudadanos, ya están inmersos; sin embargo, el tema de la conectividad o wi-fi, tiene complicaciones, ya que en el caso del estado de Durango, no en todos los lugares se puede tener señal.

El Instituto Nacional Electoral (INE), luego de realizar diversas pruebas en coordinación con Organismos Públicos Electorales Locales de Coahuila e Hidalgo probará la utilización de las urnas electrónicas para recibir la votación de los ciudadanos el próximo 18 de octubre.

En Coahuila donde se renueva el Congreso del Estado, dichas urnas se implementarán en 10 distritos locales con un máximo de hasta 60 casillas en la entidad, y en Hidalgo, donde habrá elecciones para la renovación de las de los 84 ayuntamientos que conforman la entidad, se integrarían urnas electrónicas en cuatro municipios, con un máximo de hasta 40 casillas en el Estado, sin rebasar el 10 por ciento de las casillas instaladas en cada municipio seleccionado.

Los resultados obtenidos seguramente serán un ingrediente importante para su posible utilización de la jornada electoral de 2021. En un adelanto, según mi opinión de los beneficios de la urna electrónica permite mayor agilidad en el proceso de emitir el voto, emisión del voto más certero por tipo de elección; sin olvidar, que se pueden evitar los errores aritméticos, toda vez que las máquinas hacen el proceso de sumas y hay resultados seguros. Se debe de agregar, varios puntos, serían menos casillas electorales, menos funcionarios de casilla, y los ahorros serían considerables tanto a mediano como a largo plazo.

En definitiva, no debemos de perder de vista el desarrollo de la urna electrónica en los estados de Coahuila e Hidalgo, el próximo 18 de octubre, y que permita que el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana en Durango (IEPC) sea sensible y promueva la participación ciudadana, a través de las nuevas tecnologías de la información tanto en las elecciones escolares, sindicales o cualquier otra en la entidad.

Twitter: @Fernando_RomanQ