París, Francia.- Hace 120 años nace el escritor y aviador Antoine de Saint-Exupéry que cautivo a la literatura con la historia de “El Principito”, pero más sobre el amor que le tenía a su rosa, conoce de donde surgió.

Antoine llegó a Buenos Aires una noche de octubre de 1929 en el carguero Chargeurs Réuins, donde conoció a Consuelo Suncín.

El francés de 29 años, era un soltero tímido con linaje que llegaba al medioevo, un aviador desconocido que buscaba forjar un destino en la Aeroposta Argentina.

Ella también con 29, dos veces viuda, había nacido en una familia acomodada en un pueblito salvadoreño y arribaba con la intención de cobrar una herencia.

En una conferencia de Benjamin Crémieux, crítico literario, lograron platicar profundamente.

Dice ella que él la invitó a volar para que “vea las estrellas”, que a pesar de rechazarlo, termina aceptando la invitación. Y esa misma noche, junto a Crémieux y el pianista catalán Ricardo Viñes -a quienes había conocido en el viaje a Buenos Aires-, subieron al pequeño Laté 28.

Durante el vuelo, él la cortejó y pidió un beso, a cambio de no estrellar el avión; que ella no accedió -recién viuda como estaba- hasta que él no precipitó la aeronave hacia el río en medio de los gritos de sus acompañantes.

Ante el suceso pasaron todo el día siguiente juntos, ella recibió una carta de 20 páginas, en la que él le relataba todo lo que había vivido en el cielo, los descensos forzosos, las tormentas, los paisajes, las flores desde arriba, las montañas y finalmente le pedía ser su esposa.

La joven no resistió la conquista del aviador y cayo presa de su amor, que hasta el final de su deceso lo envolvió en rumores de idas y vueltas.

A pesar de todo lo vivido, ella comentó en su autobiografía «Memorias de la rosa”, que Antonie siempre se refiero a ella como su rosa y le dedico su más famosa obra.

Hoy en su cumpleaños se recuerda al autor y «El Principito» como una obra de amor y sabiduría.

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