En el marco de la celebración del día de la madre, 10 de mayo, bailarinas de la Compañía Nacional de Danza del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) señalan que su trabajo artístico les apasiona, pero la maternidad representa una fuerza y una motivación importante para salir adelante.
Agustina Galizzi, primera bailarina, comentó que “ser mamá es el regalo más grande que la vida me pudo dar, agradezco cada día criar y amar a una personita que me llena de vida”.
Añadió que pertenecer a la CND es un privilegio y honor que le da la posibilidad de hacer lo que más le gusta y ama, por lo que puede decir que tiene los dos mejores trabajos del mundo: bailarina y mamá.
Blanca Ríos, también primera bailarina de la CND, señaló que la maternidad es una motivación para salir adelante y dar lo mejor de ella como profesionista, no obstante “es difícil dejar a los hijos al cuidado de alguien más mientras persigues tus sueños y desarrollas tu carrera.
“Quiero que el tiempo que dedico a mis hijos sea inmensurable, ser ejemplo de esfuerzo y dedicación. Ésta ha sido la mejor experiencia de mi vida”, aseveró la bailarina quien envió una felicitación a todas las madres.
Mayuko Nihei, primera bailarina, se convirtió en mamá hace seis meses, lo que la hace sentirse afortunada y establecer un balance entre su profesión y ser madre. En espera de regresar a los escenarios, se dedica a disfrutar a su hijo y desea que le apasione la danza tanto como a ella.
Una experiencia igual de significativa ha sido para la cantante Elizabeth Mata, soprano del Coro del Teatro de Bellas Artes, para quien ser mamá le ha permitido experimentar el amor más puro y sentir esa motivación para dar lo mejor de sí.
Por su parte, Ana Ligia García, actriz del elenco estable de la Compañía Nacional de Teatro (CNT) del INBAL, dijo que la misma pasión que dedica al teatro y a la creación de sus personajes, se la brinda a su hija Aurelia, siendo la maternidad su inspiración.
Entre los montajes en los que ha participado se encuentra Memoria, homenaje al teatro y sus protagonistas. La actriz comentó que a los ensayos, además de llevar su ropa de trabajo y el texto correspondiente, sumaba pañalera, cuna viajera y, desde luego, a Aurelia, por lo que agradeció a sus compañeros aceptarla con todo y bebé para ser mamá y actriz al mismo tiempo.
Con tres hijos adultos y varios nietos, la actriz de número del elenco estable de la CNT, Marta Aura, refirió que no es fácil ser mamá en esta profesión. “Si llevas a tus hijos al teatro o los dejas en casa, de todos modos te sientes culpable. Es una carrera que exige mucho”. Dijo sentirse afortunada de pertenecer al INBAL por las oportunidades que ha tenido de trabajar con tanta gente y atender sus dos pasiones: mamá y actriz.
Astrid Cruz González, violista de la Orquesta de Cámara de Bellas Artes (OCBA), compartió lo mucho que aprende de sus hijos todos los días, a quienes trata de transmitir lo que ha sido su experiencia con la música y la manera como enriquece el alma complementando su maternidad: “Me hace muy feliz que mis hijos se den cuenta que uno puede dedicarse a lo que le gusta, que hacer las cosas con amor y dedicación trae buenos resultados y que debemos esforzarnos por lo que deseamos alcanzar”, dijo la instrumentista.
Añadió que como mamá hay que darse tiempo para realizar todas las actividades del día: llevarlos a la escuela, ir a los ensayos, preparar todo para llegar a la casa y comer juntos, ayudarlos con sus tareas, estar y jugar con ellos, además de realizar sus actividades de casa.
Comentó que sus hijos saben el amor que tiene por la música, que es su trabajo y al que debe dedicar tiempo para cada presentación. Suelen acompañarla a los conciertos en los que participa y también los lleva a otros programas para que conozcan diversos géneros, ensambles, salas de música y aprendan a escuchar y disfrutar de este bello arte.
Luz del Carmen Águila y Elvira, violonchelista de la OCBA, comentó que su hija Norah, de casi 11 meses de edad, es un torbellino que ha cambiado su vida y es quien establece cuándo y cuánto tiempo dedica a su instrumento. “Mi cello y yo nos hemos adaptado a sus horarios. Cuando gatea y llega hasta mi estudio me gusta tocarle canciones y ver su reacción. Sin duda, ser músico es una vocación bastante gratificante, pero ahora con Norah en mi vida tengo algo más que decir cuando pongo el arco en las cuerdas. Es mi inspiración”.
Sandra Maliká Villagra, integrante del Coro del Teatro de Bellas Artes, también compartió su experiencia dentro de la maternidad y la danza: “Ser mamá y artista es una dicha inmensa, sentir los pequeños brazos de mis hijos cuando me abrazan antes de partir y encontrar las sonrisas más hermosas a mi regreso, es una bendición que día a día ilumina mi vida. Me siento muy agradecida por ello”.
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