Santiago Papasquiaro, Durango.- Una vez que prácticamente ha concluido el periodo de lluvias, ciudadanos de los municipios de la zona solicitan a sus respectivos ayuntamientos que se pueda trabajar en la rehabilitación de sus caminos vecinales, rurales o, incluso, algunas brechas que son indispensables para llegar a sus destinos.

En los hechos, en todos los municipios de la región noroeste, desde Canatlán hasta la región de la sierra y las quebradas, están pésimos los caminos rurales. Ya pasó el periodo de lluvias, porque antes ese era el pretexto, ‘no los arreglamos porque va a llover otra vez y los deteriora’ decían y dicen aún algunos alcaldes, ya se tienen varias semanas sin lluvias y es tiempo de tomar cartas en el asunto.

Los malos caminos propician daños a los automotores, más tiempo de camino, más consumo de combustibles, encarecen todos los productos, se pone en riesgo la vida de algún enfermo, por mencionar algunas desventajas, por eso es tan necesario, es de hecho, la principal demanda de los habitantes de la región es el arreglo y nivelación de sus caminos.

En el municipio de Santiago Papasquiaro, con la adquisición de maquinaria propia, el gobierno municipal ya dio el arranque de nivelación de rúas vecinales: “Vamos a cumplir con cada poblado, solo les pedimos que nos tengan paciencia, están trabajando nuestras máquinas a toda su capacidad, pero ya empezamos los trabajos de nivelación y rastreo y ya tenemos mucho avances en todos los puntos del municipio”, dijo el alcalde César Rivas Nevárez.

En Nuevo Idea, el edil Luis Gracia también señala que se ha empezado a trabajar en sus caminos, que por ser región de llanos es mucho más fácil esa labor, pero aun así se necesita atención.

En lo que se refiera a los municipios de Topia, Otáez y Canelas, se espera, como todos los años, que se pueda dar la ayuda de parte de las compañías mineras, que colaboran con la nivelación y rastreo de los caminos y con ello apoyar mucho a las comunidades más apartadas, sobre todo a la región de las quebradas, que es donde, por las condiciones climáticas, más se dañan las carreteras.

Por: Jesús Martínez