Santiago Papasquiaro, Durango.- Pese a la normatividad, en el sentido de regular la “comida chatarra” en las instituciones de educación básica, preescolar, primaria y secundaria, se sigue ofertando con grave daño a los estudiantes de estos niveles.

Constantemente se ofrecen productos de esta naturaleza y características fuera de las instituciones educativas, lo que es más complicado de regular, sin embargo, lo grave es que en el interior de las mismas escuelas, en las llamadas “cooperativas” o “tienditas escolares”, se ofrecen productos carentes de buen nivel nutricional sin ningún control.

Carlos Ramírez Espinoza, presidente Estatal de Padres de Familia (AEPF), ha reconocido que en lo que se refiere a la ley y norma para ofrecer productos alimenticios de calidad al interior de las escuelas es “letra muerta”, dijo textual el representante de los paterfamilias en el estado de Durango.

Hay que recordar que, por ley, el control de cada cooperativa escolar, corresponde exclusivamente a la Secretaría de Educación del Estado de Durango (SEED), quienes debería de supervisar en forma continua lo que se expende en dichas tienditas, pues en algunos casos se acatan las disposiciones pero luego al poco tiempo se relajan las medidas y se vuelve a la venta de “comida chatarra”.

Es importante que los mismos padres de familia de cada escuela pregunten a sus hijos qué tipo de comida se les vende para que puedan solicitar a las respectivas direcciones de las escuelas, que se acate la normatividad y se les venda a los estudiantes alimentos de provecho, incluyendo frutas y verduras.

Señala Carlos Ramírez que la “comida chatarra” está propiciando serios problemas de salud en las niñas, niños y adolescentes, como son problemas infantil, como sobrepeso, desnutrición, obesidad, entre otros, por lo que se hace necesario que padres de familia en cada escuela estén vigilantes de qué productos se les vende a sus hijos, a nadie le interesa más el tema que a los padres o tutores de los alumnos, dijo el responsable de la AEPF.

Por: Jesús Martínez