Santiago Papasquiaro, Dgo. Orgullo y fervor patrio en la conmemoración del Día de la Bandera, un evento que reunió a ciudadanos, autoridades y fuerzas armadas para rendir homenaje a uno de los más sagrados símbolos nacionales, que por cierto su diseño actual data del 16 de septiembre de 1968.
El Monumento a la Bandera, ubicado al norte de la ciudad, se convirtió en el epicentro de esta celebración, donde en punto de las 9:00 de la mañana, diversas instituciones educativas, civiles y militares se congregaron para exaltar los valores de identidad y unidad nacional.
El alcalde César Rivas Nevárez, acompañado por la presidenta del DIF Municipal, Mayra Angulo, y el Coronel de Infantería Jaime Armando Ortega Zúñiga, comandante del 71 Batallón de Infantería, encabezó la emotiva ceremonia. Entre discursos inspiradores y el solemne acto de izamiento, el lábaro patrio ondeó majestuoso en el cielo santiaguero, recordando a todos la grandeza de nuestra historia y el compromiso con el futuro de México.
Cada 24 de febrero, el pueblo mexicano se viste de gala para conmemorar la riqueza histórica de su bandera, cuya evolución ha sido testigo de las luchas y conquistas que han forjado la nación. Desde la Independencia hasta nuestros días, los colores verde, blanco y rojo han sido emblema de esperanza, unidad y sacrificio.
El escudo, donde el águila real devora a la serpiente, no es solo un elemento decorativo: es la representación viva de la valentía y el espíritu inquebrantable de un pueblo que jamás ha cedido ante la adversidad. Este símbolo, legado de la civilización mexica, sigue inspirando a generaciones de mexicanos a defender con honor su identidad y su patria.
En las aulas y plazas de todo el país, estudiantes y docentes reafirmaron su compromiso con la enseñanza de la historia y los valores patrios, pues el Día de la Bandera no es solo una celebración, sino un recordatorio de que México se fortalece con la unidad, el respeto y el amor por su identidad nacional.