Santiago Papasquiaro, Durango.-La crisis ambiental en el arroyo Tagarete se agravó ante la falta de acción de algunas medidas ambientales y la irresponsabilidad de los ciudadanos. Vecinos y activistas alzaron la voz para exigir vigilancia y soluciones concretas ante la proliferación de basureros clandestinos y descargas de drenaje en este afluente.

El problema se concentra en al menos tres puntos críticos entre la presa de la máquina y la cabecera municipal de Santiago Papasquiaro, incluso a lo largo de 2.4 kilómetrosm donde el arroyo es conducido por un canal. De acuerdo con testimonios ciudadanos, la acumulación de basura convirtió el sitio en un foco de infección, el cual se agravó debido a los vertidos de aguas negras que emanan malos olores, en especial con la llegada de las altas temperaturas.

El impacto de esta contaminación va más allá de la localidad. Las aguas del arroyo Tagarete se unen con los ríos Santiago y Tepehuanes para formar el río Ramos, el cual desemboca en la presa General Lázaro Cárdenas del Río, también conocida como El Palmito, en el municipio de Indé, Durango. Esto significa que el problema de contaminación no es local, sino regional, lo que afecta el ecosistema y a miles de personas.

A pesar de las campañas de limpieza organizadas por instituciones educativas y grupos voluntarios, la falta de conciencia y la ausencia de una estrategia eficaz hacen que el problema se repita con regularidad. Los habitantes exigen que se implemente un programa integral para la mejora del sistema de drenaje y se sancione a quienes contaminen el arroyo con desechos y descargas ilegales.

Es hora de que las autoridades ambientales municipales y estatales actúen de manera contundente para evitar que el arroyo Tagarete se convierta en un foco permanente de infecciones y enfermedades. La comunidad espera respuestas inmediatas antes de que la situación se torne irreversible.

Por: Jesús Martínez