Santiago Papasquiaro, Durango.- Este año, en Santiago Papasquiaro, se honran 257 años desde que la imagen del Señor del Santo Entierro derramó sus sagradas gotas de sangre en una ceremonia significativa. Sin embargo, el 2023 también marca los 50 años del desafortunado incendio que consumió la urna que resguardaba al Señor del Santo Entierro, una de las imágenes más queridas y representativas para el municipio.
Un fatídico 24 de abril de 1973, aproximadamente a las 14:00 horas, un accidente eléctrico desencadenó un voraz incendio en el templo parroquial de Santo Santiago Apóstol. La imagen del Señor del Santo Entierro sufrió graves daños, especialmente en su cabeza, rostro y cabello.
La noticia dejó en shock a la comunidad de Santiago Papasquiaro, quienes se unieron en duelo, cerrando comercios, cantinas, cine y hasta el circo que estaba en la localidad en esos días. La comunidad solicitó restaurar la imagen lo más pronto posible, pero las autoridades eclesiásticas inicialmente propusieron conservarla tal cual y empotrarla en la pared del templo.
La fe y determinación de los habitantes santiagueros llevaron a enviar cientos de firmas al arzobispo de Durango, Antonio López Aviña. Finalmente, el 8 de julio de ese mismo año, se autorizó la restauración de la imagen, liderada por el cura Pedro Gallardo y un comité local que reunió fondos para ello.
El escultor Miguel Juárez López, originario de Miguel Auza, Zacatecas, fue el encargado de la delicada restauración, que se realizó con el apoyo y la vigilancia de la comunidad. La entrega de la sagrada imagen, el 28 de octubre de 1973, fue un momento de profunda emoción para el cura Gallardo y las custodias habituales, las señoritas Sarmiento.
Esta conmemoración resalta la fe y unidad de la comunidad de Santiago Papasquiaro, quienes, a lo largo de los años, han demostrado su resiliencia y devoción al Señor del Santo Entierro.
Por: Rolando Herrera