Canelas, Dgo. Un hecho trágico ha enlutado al Ejército Mexicano, donde dos militares perdieron la vida en el cumplimiento de su deber en el estado de Durango. Lo que comenzó como un accidente vehicular el pasado 6 de febrero, desencadenó una segunda desgracia el 10 de febrero, arrebatando la vida de un segundo soldado.
El primer incidente ocurrió cerca del poblado Ojito de Camellones, municipio de Canelas, cuando un vehículo militar Humvee volcó, dejando heridos a tres elementos: Oscar, de 26 años; Arturo, de 46; y Mario Andrés, de 30 años. Debido a la gravedad de sus lesiones, fueron trasladados en helicóptero a la ciudad de Culiacán, Sinaloa, para recibir atención médica en el nosocomio militar. Lamentablemente, el joven Oscar no logró sobrevivir y perdió la vida, dejando consternados a sus compañeros y familiares.
Para rescatar el vehículo accidentado, el alto mando del Ejército comisionó a un grupo de soldados que se dirigieron al lugar con una grúa. Entre ellos se encontraba el cabo Juan Pedro Ramos Aguilar, de 25 años, originario de la colonia Los Nogales, en Santiago Papasquiaro, Durango. Sin imaginar el peligro que les esperaba, los soldados emprendieron la misión con el compromiso que los caracteriza.
La fatalidad se hizo presente nuevamente el 10 de febrero, cuando la grúa, custodiada por unidades militares, transitaba por la carretera a Santa Efigenia, en el tramo entre Soyupa y San Miguel del Alto. En un giro inesperado, el operador de la grúa perdió el control mientras remolcaba el Humvee accidentado, lo que provocó un impacto contra dos vehículos oficiales, desatando una catástrofe. Las unidades cayeron a un barranco, cobrando la vida del cabo Juan Pedro Ramos Aguilar, un joven soldado con apenas 25 años de edad.
Esta doble tragedia ha sumido en el luto a las familias de estos valientes militares, quienes entregaron su vida al servicio de la nación. Su sacrificio es un recordatorio del peligro latente al que se enfrentan día a día las Fuerzas Armadas en su compromiso por salvaguardar la seguridad del país.
El Ejército Mexicano lamenta profundamente la pérdida de estos dos elementos y reconoce su entrega y dedicación. Que su sacrificio no sea en vano y su memoria perdure en la historia de aquellos que sirven con honor y valentía a la patria.