Santiago Papasquiaro, Durango.- Emotiva despedida y un sentido homenaje y reconocimiento se ofreció de cuerpo presente al profesor Jorge Armando Guevara Martínez, fallecido el pasado 1 de noviembre, un hecho que conmocionó a la sociedad santiaguera.

El escenario fue el mismo que hace exactamente ocho días vio en su última actuación musical pública al profesor Jorge Armando, cuando acompañó como anfitrión a la Escuela de Música de la Universidad Juárez del Estado de Durango (UJED). En el evento, sus mismos compañeros y maestros agradecieron la anfitrionía de Guevara Martínez: “Gracias, profe Jorge Armando, por recibirnos en su tierra y felicidades por su carrera musical”, dijo su maestro en la UJED.

Fue colocado el féretro en la parte central del Jardín Juárez, lugar de los eventos artísticos y culturales por tradición en la ciudad santiaguera. A las 09:30 inició el homenaje, palabras de agradecimiento, la actuación de decenas de niños, niñas y adolescentes que el profe Jorge Armando enseñó poco a poco, con una gran paciencia, hasta lograr que, en la formación de sus grupos musicales, los alumnos interpretaran bellas melodías, en guitarra, violín, bajo, percusiones, etcétera, un enorme artista.

El dolor de su familia, sus padres Panchito Guevara y Tota Martínez, una pareja muy estimada de siempre, su esposa Miriam y sus hijos, lágrimas en silencio, el enorme pesar de una madre, de unos padres al perder a uno de sus hijos.

Inician melodías de sus alumnos, aplausos y al finalizar, mucho más de un minuto de aplausos y reconocimiento, las palabras más que emotivas de su hijo mayor, que agradeció a todos los presentes: “El cariño y apoyo que siempre le mostraron a mi papá, que era feliz en esta bendita tierra y que con tanto amor enseñó y transmitió sus conocimientos musicales, gracias por todo ese amor a mi padre”.

Fue despedido entre aplausos, con globos blancos en una valla de sus alumnos de las diferentes escuelas, hasta la carrosa fúnebre, que partió por la calle Hidalgo hasta el bulevar Heroico Colegio Militar, donde esperaban los motociclistas, que era una actividad que también participaba, le acompañaron en la salida de su Santiago querido y hasta Durango, donde lo esperaban en su casa de estudios la UJED para recibir un último adiós. Descanse en paz, Jorge Armando Guevara Martínez, 50 años, pero muy intensos.

Por: Jesús Martínez