Santiago Papasquiaro, Durango.- La comunidad santiaguera fue testigo de un inusual caso de «robo hormiga» que dejó una enseñanza de humanidad y solidaridad. En la tienda de conveniencia Aurrera de esta ciudad, personal de seguridad detectó el hurto de una caja de aspirinas. De inmediato, se dio aviso a la Dirección de Seguridad Pública Municipal (DSPM), que acudió al lugar para atender la situación.
La persona, visiblemente afectada, confesó que tomó las pastillas debido a fuertes dolores de cabeza que había soportado durante días y que, al no contar con los recursos para comprarlas, optó por el acto desesperado.
La gerente de la tienda, tras escuchar su testimonio, decidió no presentar cargos, optando en cambio por un acto de empatía y comprensión: «Entendí que la desesperación lo llevó a esto. No justifico el robo, pero a veces hay situaciones que nos obligan a tomar decisiones que jamás querríamos», señaló.
Este gesto fue aplaudido por los clientes que presenciaron el desenlace: «Es un recordatorio de que todos podemos tener días difíciles y que un poco de humanidad puede marcar la diferencia», comentó una clienta.
El hombre fue liberado tras llegar a un acuerdo con la tienda, sin que se levantara una denuncia formal. Por su parte, la DSPM enfatizó su compromiso de mantener la vigilancia en los comercios locales para prevenir incidentes similares.
Este caso no solo refleja la dura realidad que muchas personas enfrentan ante la falta de recursos básicos, sino también el poder transformador de la empatía en momentos críticos. En medio de un mundo que a menudo parece insensible, un pequeño acto de compasión puede resonar profundamente, recordándonos que detrás de cada situación hay una historia humana.
Por: Jesús Martínez