Santiago Papasquiaro, Dgo. La Dirección de Servicios Públicos Municipales (DSPM) hace un enérgico llamado a la población para prevenir el daño a las luminarias públicas en la ciudad pinolera. Vándalos inconscientes están causando perjuicios significativos a la red de alumbrado de la cabecera, afectando parques, plazas, jardines, bulevares y avenidas, elementos cruciales para la seguridad y bienestar de todos los habitantes.

El personal de la DSPM informó a Notigram que los daños a las luminarias públicas no solo representan un gasto constante para el erario municipal, sino que también afectan directamente la calidad de vida de la ciudadanía, especialmente durante la noche, cuando el servicio de alumbrado es indispensable para prevenir accidentes y garantizar la seguridad en espacios públicos.

«El tiempo que tarda en reponerse una luminaria dañada es considerable, y aunque recibimos reportes, el proceso de reparación puede tomar días o incluso semanas. Esto genera molestias legítimas entre los ciudadanos, quienes deben enfrentar la oscuridad en áreas que deberían estar iluminadas por seguridad», señaló el personal de la DSPM.

El presidente municipal, César Rivas Nevárez, ha dado instrucciones claras para la reposición inmediata de las luminarias dañadas, tanto en el centro urbano como en las comunidades rurales. Sin embargo, los trabajadores de la DSPM señalaron que en algunos poblados existe una mayor conciencia sobre la importancia de cuidar el alumbrado público, lo que ha permitido que algunas localidades mantengan sus luminarias en buen estado por años. «En algunos lugares, las lámparas se funden por el uso constante, pero no hay daños graves, ya que la gente entiende que son esenciales para su seguridad», explicaron los trabajadores.

La ciudadanía de Santiago Papasquiaro debe comprender que las luminarias no son solo un recurso estético o decorativo; son un pilar fundamental para la seguridad pública. «Cuidar las luminarias es cuidar nuestras calles y lugares públicos. Cada lámpara que se daña representa un riesgo para todos. Necesitamos la cooperación de todos para garantizar que nuestros espacios permanezcan seguros e iluminados», concluyeron los trabajadores de la DSPM.