Hidalgo del Parral. – “Llamada al aire”, testimonio del calvario de habitantes de Guadalupe y Calvo ante la violencia, por un lado algunas autoridades dicen que no pasa nada, por otro, la realidad se refleja en la tristeza de dejar atrás toda una vida.
Desde hace meses, se vive una batalla entre dos grupos criminales en la región de Guadalupe y Calvo, Chihuahua, por el control del territorio, acontecimientos que han dejado varias vidas perdidas y algunas comunidades serranas abandonadas por sus habitantes ante el temor de ser víctimas de la violencia.
Con las movilizaciones de comunidades enteras a otros puntos del municipio o del estado, para mantenerse seguros, quedan atrás sus historias, memorias, costumbres, usos, propiedades, animales, pertenencias y el dolor de olvidar todo lo que han construido por el terror que provoca la violencia.
Aunque algunos han podido regresar gracias a los operativos que han realizado las autoridades federales y estatales, otros solo miran atrás lamentando que el descontrol de la seguridad en sus comunidades les haya obligado a despojarse de su vida ordinaria para poder sobrevivir, al menos por el momento, no pueden regresar a sus terruños.
Es el caso de Dolores, emblemática comunidad de Guadalupe y Calvo, que desde la semana pasada se convirtió en escenario de diversos enfrentamientos entre civiles armados, mismos que duraron varios días, provocando que sus habitantes huyeran del lugar dejándolo todo atrás para asegurar al menos su vida.
Decenas de familias decidieron abandonar sus casas y viajar a otras comunidades con familiares para sentirse seguros, otros, se fueron a la ciudad de Parral para pedir posada en pleno mes de diciembre, pues las balaceras eran constantes y valla que sonantes.
Incluso, la presencia de hombres armados en el pueblo acreditaba lo dicho por los pobladores, la guerra había llegado allá comunidad, se habla de saqueos de tiendas y viviendas, apoderamiento de ganado y otras fechorías que obligaron a las familias enteras a abandonar el lugar.
Aun y con el palpable movimiento de las familias a otros lugares, el titular de la fiscalía de Chihuahua, César Jaúregui, negó que hubiera familias desplazadas de dicha comunidad y mencionó que no era tan grande como lo pintaban los medios de comunicación, aún así enviaron una célula compuesta por militares y agentes de la fiscalía y la SSPE para asegurar La Paz.
Ante la negación de la magnitud de la problemática, surgió un testimonio durante una transmisión de nuestro noticiero en vivo, (NOTIGRAM PARRAL); el cual, daba cuenta de la realidad que se estaba viviendo en la comunidad de dolores y aledañas, “Tuvimos que salir por qué esto ya es insostenible estar viviendo en esas comunidades”. Resaltó la voz en la llamada al aire.
“Soy una persona de la comunidad de Dolores, es muy lamentable que el fiscal diga que no pasa nada, en mi comunidad somos más de 200 personas, ya tuvimos que salir todos, en la comunidad de Dolores saquearon tiendas, casas, ya no hay nadie en las comunidades, han salido a donde han podido, ahorita está apoderado de la delincuencia totalmente el municipio.
¿Por qué dicen que no pasa nada? Ya no hay gente en las comunidades, ya se apoderaron de animales, de todo lo que pudieron, de viviendas, la gente.
Tuvimos que salir por qué esto ya es insostenible estar viviendo en esas comunidades, es una tristeza abandonar uno su vida, todo lo que por años a construido uno a causa del mal gobierno que tenemos, muy lamentable, muchas gracias”. Finaliza el testimonio.
A una semana de lo sucedido, la calma regresó a la comunidad, hubo presencia de autoridades, pero el temor sigue, algunos de quienes huyeron manifiestan ya no querer regresar, pues la paz que reinaba previo a los enfrentamientos, ya no regresará jamás, ni los familiares que se perdieron en esa guerra.
Cabe mencionar que antes de la comunidad de Dolores, otras comunidades también se vieron afectadas por la misma situación, quedando también solas por un momento, hasta que se enviaron tres células de las Bases de Operaciones Interinstitucionales a distintos puntos de Guadalupe y Calvo, compuestas por los tres niveles de gobierno, pero aún así, muchos han dejado su pasado atrás y no planean regresar a aquel tormento, pues nada será igual.
“Llamada al aire”, testimonio del calvario de habitantes de Guadalupe y Calvo ante la violencia