Cuencamé, Durango.- La noche del 15 de septiembre de 1864 en la Hacienda San Juan Bautista de La Noria Pedriceña, el presidente de la República, Benito Juárez y su comitiva celebró el Grito de Independencia en compañía de los lugareños en sorpresiva e improvisada ceremonia.
El evento patriótico, fue austero pero muy emotivo, así lo citó el cronista oficial de Cuencamé, Anacleto Hernández.
Esta hacienda tiene mucha importancia, pues aquí estuvo el presidente Benito Juárez en su paso hacia el norte, cuando obligado por las circunstancias de la real intervencionista del Ejército francés aliados con los conservadores de su tiempo lo perseguían.
Procedente del territorio coahuilense, al ser perseguido por el Ejército francés, Juárez tomó la decisión de continuar su andar hacia el estado de Durango, atento al curso de los acontecimientos de la guerra contra el Invasor.
Tuvo que emigrar hacia el norte, se fue a Saltillo y a Monterrey, cuando decidió seguir su paso después de estar en la Hacienda “La Loma”, la noche del 15 septiembre llego a la Hacienda Pedriceña, según las crónicas de Guillermo Prieto.
El 15 de septiembre, Benito Juárez llegó al lugar con sus ministros y ninguno de la comitiva recordaba qué fecha era, entonces se escucha el alboroto de la gente, de los soldados y pregunta Guillermo Prieto ¿Qué está pasando? Le dicen que es hoy en la noche sublime, la noche del «Tata» Hidalgo, entonces él va y le comunica a Juárez.
Rápidamente el presidente Juárez, le ordena a Guillermo que disponga todo lo necesario para la ceremonia del Grito de Independencia, en la cual estuvo rodeado por gente sencilla de la hacienda y por sus ministros, pues eran igual que él, patriotas y liberales.
Mientras tanto en la capital, Maximiliano Archiduque, junto con los conservadores apátridas con gritos cargados de hipocresía dieron también el Grito de Independencia.
Así que, cuando Juárez vio el rostro de la gente, vio reflejado el pueblo mexicano, y es cuando tomó la decisión más importante, de continuar con el Gobierno republicano, porque sino hubiera tomado esta decisión de seguir, la historia hubiera sido otra. Fue un momento decisivo para la Patria, fue un momento decisivo para el destino de la República y fue un momento decisivo para Juárez.
Entonces este lugar es otro de los atractivos turísticos y que debe ser recordado como la cuna de la República y elevado a monumento por este hecho tan importante.
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