Por: Karla Tinoco
Desde hace casi 30 años que en México la maternidad también se alquila, o se presta. En 1997 Tabasco se convirtió en el primer estado del país en legislar y establecer la figura de maternidad subrogada como un derecho humano en el que se firma un contrato sobre la procreación de un bebé y el cual se celebra entre la familia por intensión y la madre gestante.
En 2013 el Congreso de Sinaloa también legisló sobre la regulación de los vientres de alquiler, poniendo algunos candados para evitar violaciones a los derechos humanos, sobre todo de las mujeres gestantes.
En tanto, que el 8 de marzo de 2022, en el marco del Día Internacional de las Mujeres, la bancada de Morena presentó una iniciativa en el Congreso local para reformar el Código Civil del Estado de Durango y agregar el artículo 335 bis en el que se especifican los derechos respecto a la reproducción humana asistida y la gestación subrogada.
En la iniciativa se especifica:
“La maternidad subrogada se efectúa a través de la práctica médica mediante la cual, una mujer gesta el producto fecundado por un hombre y una mujer, cuando la mujer, padece imposibilidad física o contraindicación médica para llevar a cabo la gestación en su útero y es subrogada por una mujer gestante que lleva en su útero el embrión de los padres subrogados, cuya relación concluye con el nacimiento”. (Artículo 335 ter)
Marisol Carrillo Quiroga, presidenta de la comisión de Equidad de Género en el Congreso de Durango, reconoce que la propuesta legislativa permanece intacta porque entre los distintos partidos políticos no han llegado a un acuerdo sobre las implicaciones que conlleva legislar:
“Debemos de tener una infraestructura y más tratándose de vientres de alquiler, porque quienes podrían recurrir no solo son las parejas que no pueden procrear o un matrimonio, sino para los matrimonios igualitarios, padres y/o madres solteras.
Ahí entramos en el ‘pero’ de otras fuerzas políticas y debemos entender los derechos plenos, sexuales y corporales de las mujeres, pero para eso también debemos tener una capacidad mayor de infraestructura médica. Además, de un código penal donde los médicos puedan realizar sus actividades en libertad sin el temor a ser criminalizados, como en el caso del aborto”.
Somos mujeres, no incubadoras
Una de las contraposiciones de esta práctica es la perspectiva económica por encima de la dignidad humana. Y es que diversas corrientes feministas han apoyado el consentimiento de las mujeres para rentar su vientre a cambio de una onerosa cantidad económica, y otras, condenan que se vea a las mujeres como una fábrica de procreación:
Para Julieta Hernández Camargo, presidenta de la asociación, Sí hay Mujeres en Durango, este tema representa ambas vertientes:
La principal violación a los derechos humanos de la que se habla es que una mujer esté embarazada y que sea vista como un objeto o una incubadora, porque no le pagan suficiente a la persona gestante y no le pagan todos los gastos. Como existe una utilización de personas pobres que tienen necesidad y existe una subordinación por el dinero. El dinero genera violaciones a los derechos humanos para las mujeres pobres que alquilan su vientre.
La posición del colectivo y de la misma Julieta es la siguiente:
“Que sí se haga, pero se realice a través de contratos claros, es decir, que esté legislado. En Cancún se han dado casos donde extranjeros llegan a México a rentar los vientres a través de contratos particulares y no debidamente legalizados o donde no existe el Código Civil y donde también se presentan abusos.
Es una situación muy complicada, pero en mi opinión, como quiera se está haciendo y sobre la que se debe legislar y deben hacerse contratos claros que protejan a la mujer que va a rentar su vientre”.
Para Marisol Carrillo, el tema de debe ser muy consensuado, porque implica una responsabilidad enorme y no únicamente es cobrar, sino es un tema que implica muchas aristas.
¡Se busca vientre para alquilar!
De acuerdo con la iniciativa de Morena, quienes accedan a esta práctica, deben firmar un acuerdo de consentimiento informado sobre las implicaciones económicas y jurídicas sobre los vínculos con el recién nacido:
“El instrumento de maternidad subrogada deberá ser firmado por la madre y padre subrogados, la madre subrogada gestante, el intérprete si fuera necesario uno, el Notario Público, el director de la clínica o centro hospitalario, asentándose el lugar, año, mes, día y hora en que hubiere sido otorgado”. (artículo 355 sextis).
Además, las mujeres gestantes deben cumplir con una serie de requisitos para procrear:
“Ser mujeres de entre 25 y 35 años de edad, tener mínimo un hijo consanguíneo sano, gozar de una buena salud, otorgar su consentimiento para prestar su vientre, no haber estado embarazada un año antes y no tener adicciones de drogadicción, alcoholismo, tabaquismo o cualquier enfermedad”.
Otras consideraciones, aunque no expuestas, también salen a la luz pues se tratan de mujeres que poseen un perfil muy específico, señala Julieta Hernández Camargo:
“Principalmente son mujeres que enfrentan carencias económicas, y ese es el problema por el cual se debe legislar para que no se abuse por su necesidad económica. En Estados Unidos, donde sí esta legislado, se paga mucho dinero. Existe una subordinación con la gente rica, lo cual puede generar un abuso en el cuerpo de la mujer”.
¿Los hijos tienen precio?
Los precios por alquilar el vientre en pueden varían entre los 100 y 200 mil pesos en México, aunque algunas agencias estipulan que los contratos podrían llegar a ser superiores a un millón de pesos.
En otros países, como en Estados Unidos el precio se estima entre 1 millón 483 mil pesos a 3 poco más de millones de pesos. En Rusia, el costo es estimado entre 927 mil 300 pesos a casi millón y medio. En Colombia, el costo es entre 674 mil a poco más de un millón de pesos.
Para Julieta Hernández Camargo, el valor de la maternidad, no tiene un costo:
Yo pensaría que este tema tiene que ser regulado de una manera muy cuidadosa, porque de acuerdo al artículo 4° Constitucional, todas las personas tienen derecho a tener el número de hijos que deseen”.
Derechos humanos no son comerciales, sino obligación de los Estados
A inicios de año, el Papa Francisco calificó como “deplorable e indigna” la maternidad subrogada durante una reunión con el cuerpo diplomático de la Santa Sede:
En este sentido, considero deplorable la práctica de la llamada maternidad subrogada, que ofende gravemente la dignidad de la mujer y del niño pues se basa en la explotación de la necesidad material de la madre”.
Sin embargo, una de las consideraciones que han tenido distintos países respecto a la regulación de la maternidad subrogada, sin los derechos de las infancias establecidos también como las obligaciones que tienen los Estados Parte con ellos. Según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) los niños y niñas nacidos por gestación subrogada:
“Corren el riesgo de sufrir múltiples violaciones de derechos humanos, en particular, su derecho a la identidad, incluidos el nombre, la nacionalidad, las relaciones familiares y el acceso a sus orígenes; el derecho al disfrute del más alto nivel posible de salud; y el derecho a no ser vendidos.
Vientres de alquiler, una herencia legislativa
A pesar de permanecer en la ‘congeladora’ durante casi dos años en este periodo legislativo la iniciativa interpuesta por Morena no será retomada por los diputados locales, advierte la presidenta de la Comisión de Equidad de Género en el Congreso, Marisol Carrillo Quiroga:
“Esta iniciativa no se va a desechar, pero sí se heredaría a la siguiente legislatura, dentro de las pendientes”.