En la población de Navacoyán en Durango, hay un viejo puente, el cual, según cuenta la leyenda, se trata del «Puente del Diablo», una construcción que hasta la fecha sigue en pie. Localizado en Navacoyán, a unos ocho kilómetros de la ciudad de Durango.
El puente de Navacoyán o mejor conocido como «El Puente del Diablo» fue construido por Pedro Minjares en 1782 y es uno de los puentes más antiguos de la ciudad. Está conformado por dos partes: La primera permitía el paso a carretas y vehículos y la segunda forma parte de un acueducto.
Sin embargo, este puente se encuentra en total abandono, a pesar de que se considera un espacio turístico y cultural, incluso el Instituto Nacional de Antropología e Historia ( INAH) es el encargado de darle el mantenimiento y tenerlo en excelentes condiciones, aunque también, el municipio de Durango y el estado, juegan un papel importante, ya que dicho puente se ubica en el Camino Real de Tierra Adentro, pero desafortunadamente está olvidado a pesar de ser muy visitado por ciudadanos y turistas.
Los letreros de la historia no se logran leer por el deterioro que tienen, la basura es notoria en la parte del río, las paredes que detienen al puente están llenas de hoyos donde al parecer las personas acuden para buscar objetos o dinero guardado, definitivamente sería importante que tanto la dirección de Turismo municipal como estatal, así como el Instituto de Cultura del Estado de Durango (ICED) y el Instituto Municipal de Arte y Cultura (IMAC), hicieran algo para rescatarlo y de esta manera, generar más derrama económica atrayendo a turistas e historiadores al lugar antes mencionado, «El Puente del Diablo».
Por: Víctor Salas