Por: Víctor Salas
Es común observar por las calles de la ciudad a infinidad de personas limpiando vidrios a los vehículos, vendiendo dulces en los semáforos o pidiendo alguna moneda para subsistir, ante ello, Ricardo Trigueros, un joven de 30 años de edad, originario de la Ciudad de México, el cual se dedica a ser trotamundos, hace un mes llegó a Durango, duerme en la calle, donde le cae la noche, él comentó que un día a la semana paga un hotel para darse un baño y de esta manera descansar.
Es malabarista en los cruceros de la ciudad, sin embargo el acto que presenta, es muy particular, regularmente los malabares los realizan con pelotas u otros objetos, pero en esta ocasión, Ricardo lo lleva a cabo con piedras de distintos tamaños, unas pesadas y otras no tanto, expresó que esto es, para ponerle un poco más de riesgo y que la gente se sorprenda y le regalan una moneda con más facilidad.
Manifestó que está muy contento y agradecido con los ciudadanos duranguenses, lo han tratado bien, lo han apoyado y cuando bien le va por día, ha logrado ganar hasta mil pesos en el transcurso de cinco horas, dice que hasta el momento, afortunadamente no ha sufrido ningún accidente con su número artístico.