En 2025, Estados Unidos destinará 160 millones de dólares para combatir el Gusano Barrenador del Ganado (GBG) en México. Este esfuerzo tiene como objetivo controlar esta plaga en los estados del sur y evitar que la mosca Cochliomyia hominivorax alcance las engordas del centro y norte del país.

Según Rogelio Soto Ochoa, presidente de la Unión Ganadera Regional de Durango (UGRD), este apoyo busca garantizar la erradicación de la plaga y proteger la exportación de ganado mexicano.

• Control del Gusano Barrenador del Ganado en el sur de México

En 2024, se detectaron casos de larvas del GBG en Chiapas, y en enero de 2025, la Secretaría de Desarrollo Agropecuario de Campeche (SDA) confirmó otro caso en el municipio de Candelaria. La plaga fue localizada en el ombligo de un becerro recién nacido procedente de Guatemala.

Aunque el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) no ha confirmado oficialmente este caso, preocupa a los principales estados exportadores como Sonora, Chihuahua, Coahuila, Durango y Tamaulipas.

Senasica, como principal autoridad en control sanitario, sigue aplicando estrictos protocolos en colaboración con el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA). Estos esfuerzos son esenciales para cumplir con los requisitos de pruebas negativas de GBG y mantener el mercado de exportación abierto.

• Impacto del Gusano Barrenador en la exportación de ganado

El gusano barrenador es una amenaza seria para la ganadería mexicana. Según Rogelio Soto, el gobierno mexicano debe continuar sus esfuerzos de erradicación como en 1991, cuando se logró eliminar esta plaga. La inversión de Estados Unidos es un paso significativo para controlar el problema en los estados del sur.

Por ahora, la exportación de ganado hacia Estados Unidos dependerá del USDA. Las negociaciones lideradas por Julio Berdegué, titular de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), avanzan de manera positiva, y se espera que pronto se reanude el envío de ganado mexicano.

Estos esfuerzos coordinados son cruciales para garantizar la sanidad ganadera, mantener la confianza de los socios comerciales y proteger una industria vital para la economía mexicana.

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