Por: Víctor Salas
El padre Juan Carlos Quiroga, quien oficia la misa en el templo de San Judas Tadeo, manifiesta que para la celebración de este año se tuvo «una marea de gente». Bastantes personas llegaron por devoción, sin embargo no todos llegaron a rezar, pues priorizaron la diversión.
«Era demasiada gente y estoy seguro que para estos días tendremos mucha más. La gente está deseosa de salir y también influye ese cariño y ese amor a San Judas Tadeo», comentó.
El sacerdote expresó que no sabe si hay devotos de San Judas que se dedican a cuestiones delictivas, pero las puertas están abiertas; quien hace el mal debe cambiar su conducta y que sea agradable a los ojos de Dios.
Los corazones no los podemos juzgar, ciertamente quien hace el mal debe convertirse, debe cambiar su conducta aunque Dios ama a todos, agregó.