México debe cerrar su frontera sur y frenar al gusano barrenador
19/05/2025 - Hace 3 horas en Durango EstadoMéxico debe cerrar su frontera sur y frenar al gusano barrenador

Ante la creciente propagación del gusano barrenador del ganado en territorio nacional y la suspensión de importaciones de ganado mexicano por parte de Estados Unidos, líderes ganaderos del norte del país exigieron al Gobierno Federal el cierre inmediato de la frontera sur como medida sanitaria urgente. La plaga, que afecta gravemente al hato nacional, ya ha provocado el cierre comercial más serio en décadas, con estimaciones de hasta 11.4 millones de dólares diarios en pérdidas para el país.
Ante la creciente propagación del gusano barrenador del ganado en territorio nacional y la suspensión de importaciones de ganado mexicano por parte de Estados Unidos, líderes ganaderos del norte del país exigieron al Gobierno Federal el cierre inmediato de la frontera sur como medida sanitaria urgente. La plaga, que afecta gravemente al hato nacional, ya ha provocado el cierre comercial más serio en décadas, con estimaciones de hasta 11.4 millones de dólares diarios en pérdidas para el país.
Durante su participación en el programa “Aquí hay Campo”, conducido por el periodista Antonio Gaytán, el presidente de la Unión Ganadera Regional de Durango (UGRD), Rogelio Soto, enfatizó que el gusano barrenador ya no es un problema de tránsito, sino una plaga establecida en México, y que el país no puede seguir sin aplicar medidas drásticas.
“Así como Estados Unidos ha sido tajante en cerrar su frontera con México para proteger su hato ganadero, nosotros exigimos lo mismo: cerrar el acceso de ganado centroamericano. Si no lo hacemos, el gusano seguirá avanzando”, declaró Soto.
La historia se repite
Soto hizo un recuento histórico para sustentar la necesidad de una estrategia inmediata. Recordó que el gusano barrenador fue erradicado en México en 1991 gracias a la cooperación binacional y al uso de tecnología como la liberación de moscas estériles, cuya producción se realizaba en la planta de Chiapa de Corzo, clausurada en 2012 y trasladada a Panamá. «La historia nos dio la fórmula. Hoy no tenemos que inventar nada, sino retomar lo que funcionó», insistió.
Entre 1969 y 1991 se registraron al menos 41 casos en humanos y cientos en ganado, pero se logró el control total. La situación actual advierte Soto, es más grave, porque el país ya no cuenta con infraestructura operativa ni coordinación suficiente para enfrentar la emergencia.
Costos y consecuencias en el norte del país
La decisión de Estados Unidos de suspender importaciones ha golpeado de manera directa a los estados del norte, especialmente Durango, Chihuahua, Sonora, Coahuila y Tamaulipas, los únicos cinco autorizados para exportar ganado vivo. En particular, Durango ha sido uno de los más perjudicados.
Soto denunció que varios embarques de ganado ya habían partido rumbo a la frontera cuando se anunció el cierre estadounidense. “Tuvimos que regresar jaulas que iban a Ojinaga, lo que no solo implica costos económicos, sino estrés extremo para los animales, con más de 20 horas en tránsito”, lamentó.
Además del cierre del mercado estadounidense, el dirigente criticó que actualmente el ganado del norte, que cumple con estrictos protocolos sanitarios y tiene mejor genética, vale lo mismo que el del sur. “Esto es inaceptable y nos coloca en una situación de injusticia económica”, subrayó.
Politización del problema
Durante el programa, Antonio Gaytán señaló que algunos actores políticos, como la líder de Morena, Luisa María Alcalde, y el secretario de Agricultura, Julio Berdegué, han tratado de minimizar la situación o darle un sesgo político. Soto fue tajante:
“Cuando la política entra a la ganadería, lo que hace es destruir. Aquí no se trata de buscar culpables ni protagonismos, sino de actuar ya, de manera conjunta”.
Añadió que la desinformación ha sido uno de los factores que más han dañado la respuesta institucional. “No podemos tomar decisiones con base en datos imprecisos o intereses partidistas. Necesitamos un canal de comunicación técnico, objetivo y binacional”.
¿Por qué no se cierra la frontera sur?
Una de las exigencias más claras de los ganaderos ha sido que México imite a EE. UU. y cierre su frontera sur al ingreso de ganado de Centroamérica. Esta medida fue respaldada por la Confederación Nacional de Organizaciones Ganaderas (CNOG) en el reciente Congreso Ganadero Binacional en Aguascalientes.
Sin embargo, la presidenta Claudia Sheinbaum ya declaró que no se cerrará la frontera. “No nos dio razones, solo nos dijo que no”, lamentó Soto. Como alternativa, se ha propuesto reducir al menos un 50% el ingreso de ganado, siempre que se garantice una estricta revisión sanitaria.
El avance del gusano se ha registrado ya en Oaxaca y Veracruz, lo que evidencia que la plaga cruzó el paralelo 93, línea considerada crítica para su contención. “Ellos sí se están protegiendo. Nosotros, no”, criticó el líder ganadero.
Falta de infraestructura y protocolos
Además del cierre de frontera, los ganaderos exigieron más infraestructura en los puntos de inspección del sur. Actualmente, animales permanecen hasta 48 horas en jaulas sin condiciones adecuadas por falta de corrales, personal y equipamiento.
El exinvestigador del INIFAP, Evenor Cuéllar, coincidió en la necesidad de un plan sanitario nacional, pero hizo hincapié en que cerrar la frontera sin infraestructura adecuada podría afectar el abasto nacional de carne. “Antes que nada está el pueblo de México. Si se cierra la frontera, debemos garantizar que no suba el precio de la carne”, advirtió.
Falta de planta de mosca estéril en México
Una de las críticas más severas fue la dependencia de EE. UU. para la producción de mosca estéril, herramienta clave en la erradicación del gusano. Aunque México ya tuvo una planta en Chiapas, actualmente toda la producción se hace en Panamá o en EE. UU.
El 16 de mayo, la secretaria Rollins anunció la construcción de una nueva planta en el sur de Texas. “¿Por qué ellos sí actúan y nosotros no?”, cuestionó Soto. Señaló que el secretario Berdegué dio cifras contradictorias sobre el costo para activar una planta en México: mientras a EE. UU. se le informó que costaba 350 millones de dólares, el propio Berdegué declaró que sólo se necesitan 16 millones. “Esa desinformación es inaceptable”, sentenció.
Propuesta: crear un comité binacional
Como medida estructural, Rogelio Soto propuso crear un comité binacional contra el gusano barrenador, al estilo de los ya existentes para tuberculosis o garrapata. Este comité estaría integrado por representantes de SENASICA, SADER, APHIS (EE. UU.), productores mexicanos, engordadores tejanos y gobiernos estatales.
“Este comité debe tener un coordinador técnico o ‘zar sanitario’, que tenga autoridad para actuar, declarar alertas y ser el enlace directo entre los dos países. No necesitamos más discursos, sino resultados”, afirmó.
También se planteó que los propios ganaderos aporten una cuota económica para crear un fondo de emergencia. “Estamos dispuestos a cooperar, pero necesitamos transparencia y coordinación”, dijo.
Trabajo en tierra: más allá de la mosca estéril
Tanto Soto como otros especialistas como el veterinario Román Uviña advirtieron que la mosca estéril no es una solución mágica. “Necesitamos trabajo en tierra: inspecciones, baños de inmersión, cuarentenas, medicamentos, y sobre todo, responsabilidad compartida entre todos los niveles de gobierno”, explicó Uviña.
Manuel Espinoza, presidente del Sistema Producto Cebada, añadió que también debe evitarse la especulación en el precio del ganado y garantizar un flujo constante de información técnica, libre de intereses políticos.
Un problema nacional que exige unidad
Finalmente, los participantes coincidieron en que el avance del gusano barrenador es un problema nacional que no distingue entre norte y sur, y que requiere unidad y corresponsabilidad. “Hoy le afecta al sur, mañana será al norte. No es momento de divisiones, sino de soluciones”, concluyó Rogelio Soto.
El llamado es claro: cerrar la frontera sur, fortalecer la infraestructura sanitaria, reactivar la planta de mosca estéril en México y establecer un comité binacional, antes de que la plaga se expanda de manera irreversible.
“Si no actuamos ahora, vamos a tardar más de 10 años en recuperar lo que teníamos en 2024”, advirtió Antonio Gaytán al cierre del programa.
Por: Antonio Gaytán