Los programas de Bienestar que entrega la federación a los ciudadanos son benéficos, lamentablemente los beneficiarios tienen sus prioridades mal ubicadas y prefieren comprar celulares, ponerse pestañas y uñas, en lugar de comer bien, expuso Teófilo Ramírez Chairez, presidente de la Cámara de Comercio del Sector Social.
Abundó que es una realidad que la cuesta de enero está “muy dura”. De hecho, lo que se conoce como la “bandera de alimentos” (chile, cebolla y tomate), ha sufrido un incremento en su precio sumamente considerable, esto aunado a otros aumentos ha provocado que las ventas caigan entre un 40 y 50 por ciento.
Este es el tercer año consecutivo que tenemos caída en las ventas, pero se ha notado más porque, incluso, ni con el aumento al salario mínimo las personas alcanzan a comprar todo lo que necesitan.
A pregunta expresa de si los programas de Bienestar realmente les garantizan a los beneficiarios el acceso a una alimentación digna, dijo que eso no ocurre porque la gente tiene mal ubicadas sus prioridades.
Vemos que quienes reciben los apoyos, en muchos casos prefieren gastarse el dinero en celulares, uñas y hasta pestañas postizas en lugar de comer bien.
Finalmente, dijo que la población tiene una mala cultura financiera, de tal forma que puede ser que en un hogar, el niño, el abuelo y un joven reciban el Bienestar, pero lo gastan mal.
Por: Brenda Maurer