Oscar Moreno Littleton, presidente del Observatorio Ciudadano de Durango, señaló que Durango sigue enfrentando altas cifras de suicidio, lo que atribuyó a la pérdida de valores en los hogares, pues señaló que en las familias ya no se generan convivencias sanas donde se escuche a los integrantes para poder ser detectado cualquier pensamiento de autolesión.

“Esta situación de los suicidios al igual que la violencia intrafamiliar son los problemas más fuertes, es un problema de la sociedad, sin quitarle responsabilidad a las autoridades, no alcanza ni las trabajadoras sociales para estar en cada casa, es una situación en la que tenemos que intervenir todos; amigos, tíos, primos, familiares, vecinos, obviamente primero en la célula familiar, pero el gran problema es que la sociedad perdió los valores, estamos pegados al chat de los teléfonos celulares y ni siquiera volteamos a ver a nuestros hijos, hermanos o sobrinos como antes que las familias nos reuníamos a platicar y esa es una de las cuestiones, que no nos damos cuenta”, explicó.

“Esta situación se está dando por la falta de valores, ya no hay familiaridad de convivir, todo el mundo tenemos nuestros defectos, creencias, pero antes las compartíamos en la mesa y platicábamos de los problemas y eso se ha perdido actualmente”, recalcó.

Insistió en que la responsabilidad más importante para evitar suicidios la tienen familiares y amigos, pues al ser el primer contacto deberían estar observando a detalle los comportamientos, actitudes y pensamientos de quien enfrenta situaciones complejas en su vida, por más sencillo que hagan parecer el problema.

Las señales de advertencia sobre el suicidio son: hablar sobre querer morirse; sentir una gran culpa o vergüenza; ser una carga para los demás. Sentirse vacío, sin esperanza, atrapado o sin razón para vivir; extremadamente triste, ansioso, agitado o lleno de ira; con un dolor insoportable, ya sea emocional o físico.

Otros cambios que puedes notar son los de comportamiento, como hacer un plan o investigar formas de morir; alejarse de los amigos, decir adiós, regalar artículos importantes; hacer cosas muy arriesgadas como conducir con una rapidez extrema; mostrar cambios de humor extremos; comer o dormir demasiado o muy poco; así como consumir drogas o alcohol con más frecuencia.

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