Don Juan murió en su cuarto de vecindad y aunque su familia de sangre poco lo procuraba, los inquilinos lo veían como uno de sus seres queridos.
Donde don Juan murió en su cuarto de vecindada, es en la ciudad de Durango, según sus vecinos que eran como su familia
A sus 74 años de edad, don Juan Lozano Reyes no trabajaba, ya que cuando la pandemia por el Covid-19 lo despidieron de su empleo como vigilante.
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Los habitantes de la vecindad ubicada en la calle Estudiante, de la colonia Cerro de Guadalupe, apreciaban mucho al señor y siempre estaban al pendiente de que estuviera bien.
Cuando tenían reuniones familiares, lo invitaban para que no se aburriera y conviviera con ellos, por lo que aprovechaba para contarles anécdotas sobre la vivido en su larga existencia.
Sí tenía familia
Los condóminos de la vecindad, sabían que el adulto mayor tenía una hermano que radicaba cerca, pero lo visitaba poco.
También tenía hijas, pero esporádicamente se comunicaban por teléfono con él, aunque de eso el hombre no se quejaba.
Y es que el señor no se sentía solo, ya que todos sus vecinos lo procuraban y le hacían pasar buenos ratos.
El deceso
El lunes, su vecino Ricardo, de 26 años, antes de irse a trabajar lo vio cuando lavaba una sudadera, pero el martes notó a unas mujeres que estaban inquietas porque no lo habían visto salir de su cuarto.
Al avisarle, él personalmente ingresó a la habitación, lo vio recostado en su cama y pensó que estaba dormido, pero al tocarlo lo sintió frío y se fijó que no respiraba.
Fue entonces que marcaron al número de emergencias 911, llegó la Cruz Roja y los paramédicos lo declararon muerto, luego el personal de la Fiscalía General del Estado (FGE) se llevó el cuerpo para practicarle la necropsia de ley.
Los vecinos le llamaron al hermano que vivía cerca, llegó inmediatamente y se hizo cargo, en cuanto a reclamar el cuerpo, velar lo y darle cristiana sepultura, Descanse en Paz.