El Salto, Pueblo Nuevo.-Madre e hijos murieron en voraz incendio; el padre quedó grave, por lo que los doctores luchan para salvarle la vida.
El caso de la madre e hijos que murieron en voraz incendio; en tanto que el padre está grave, ocurrió la noche del domingo.
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Como lo adelantó nuestro compañero Adrián Esquivel, la trágica, terrible y lamentable conflagración, ocurrió poco después de las 21:00 horas, en El Salto, Pueblo Nuevo, Durango.
Concretamente, la desgracia en la que la lumbre acabó con la vida de la señora y sus menores hijos, sucedió en su domicilio de la calle Agustín Melgar, de la colonia Insurgentes, de la citada cabecera municipal.
En esa vivienda radicaban María Monserrat Castañeda Ávila, de 28 años de edad, sus hijos David Guillermo, de 11 años y Karely Francisca, de solo siete, así como el esposo de la mujer y padre de los niños, José Manuel González García.
De todos ellos, los tres primeros fueron los que dejaron de existir devorados por las llamas, en tanto que el cuarto, sufrió graves quemaduras, pero logró salir con vida.
Al ser avisadas las corporaciones de seguridad y auxilio, llegaron para apoyar a la familia, pero solamente lograron hacerlo con el sobreviviente José Manuel, al que trasladaron al hospital de zona número dos, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), de El Salto.
Pero debido a la gravedad de las lesiones, posteriormente lo canalizaron al Hospital General 450, de la ciudad de Durango.
Madre y abuelita de los fallecidos atestiguó la tragedia
Fue la señora Manuela Ávila Mora, quien a sus 68 años de edad presenció la terrible quemazón en la que murió su hija María Monserrat Castañeda Ávila, así como sus nietos David Guillermo, de 11 años y Karely Francisca, y en la que quedó grave su yerno José Manuel.
Ella se encontraba al interior de su casa, muy cercana a la de su hija, cuando comenzó a escuchar los gritos de sus nietos e hija, por lo que se asomó y aterrada, vio que la vivienda estaba envuelta en llamas, al tiempo que observó salir con graves quemaduras a su yerno, por lo que solicitó auxilio.
Aunque los vecinos trataron de apagar el fuego, fue imposible que lo lograran, al llegar los bomberos lucharon a brazo partido para sofocarlo, pero al controlar la situación, los cuerpos de madre e hijos estaban calcinados.
Posteriormente, de sus restos se hizo cargo el personal de la Fiscalía General del estado (FGE), que los trasladó al anfiteatro de la ciudad de Durango, para los estudios correspondientes.
Sobre la causa que originó el siniestro, las autoridades de protección civil ya lo investigan.