Durango, Dgo.- Más de tres décadas como policía federal de un duranguense, pero su carrera la truncó quien le hizo una mala jugada.

En las más de tres décadas como policía federal, el duranguense se ganó a pulso posiciones elevadas dentro de la corporación.

La historia

Finalizaba el año 1976, cuando Javier era estudiante de ingeniería del Instituto Tecnológico de Durango (ITD).

Un determinado día que no tuvo clases, sus amigos, Jaime Carcaño Huitrón y Salvador, le pidieron que los acompañara.

Javier aceptó y se dirigieron a la central camionera General Domingo Arrieta, pero la intención no era tomar un autobús para viajar fuera de la ciudad.

No, los jóvenes estaban interesados en conocer los requisitos para ingresar a la Policía Federal de Caminos (PFC) y como la comandancia estaba en ese edificio, por eso acudieron ahí.

Salvador y Jaime se entrevistaron con un oficial, al que le solicitaron información, en tanto que Javier escuchaba atento lo que les respondieron.

Una vez logrado el objetivo, abandonaron la comandancia y no solo Salvador y Jaime salieron muy emocionados, sino también Javier.

Y es que al escuchar la plática, se interesó por ingresar a la escuela de la PFC para buscar convertirse en integrante de la prestigiada corporación.

Al regresar a su casa, platicó con sus papás, José de la Luz Herrera Esparza y María del Consuelo Valles Berúmen.

Ellos se quedaron sorprendidos cuando les manifestó su deseo de no regresar al Tecno, porque ya no deseaba ser ingeniero, sino Policía Federal de Caminos (PFC).

Los papás de aquel joven inquieto respetaron su decisión y lo apoyaron, para que cumpliera sus propósitos.

 Ingresa a la escuela de la PFC

Luego de esperar la convocatoria respectiva, reunió la documentación exigida, la presentó, hizo el examen de admisión, lo aprobó y se trasladó a la ciudad de México para iniciar sus estudios.

Dos años posteriores, egresó ya enfundado en el uniforme de camisa verde y pantalón beige, abordo su patrulla blanco con negro.

Posteriormente, sus hermanos Arturo y José Ángel también incursionaron en la carrera policiaca, el primero en la misma PFC y el segundo en la Policía Judicial Federal (PJF).

Tanto Javier como sus hermanos, con el paso de los años, alcanzaron cargos de comandantes en sus respectivas corporaciones.

Sin embargo, fue Javier quien sobresalió como Comisario General y llegó a Coordinador de Seguridad Regional de la Policía Federal Preventiva.

Con la llegada de Genaro García Luna como secretario de Seguridad Pública, en el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa, los tres fueron separados de sus cargos, pero a Javier y a Arturo los encarcelaron.

Esto, no por cometer una falta, sino porque Javier tuvo la valentía de denunciar ante Calderón, las corruptelas y contubernio con narcotraficantes de García Luna.

Como es el dominio público, García Luna se encuentra preso en los Estados Unidos, donde lo declararon culpable de cinco cargos.

Tres de ellos por narcotráfico, por lo que debido a la protección que le dio el expresidente Calderón, se espera que también lo llamen a cuentas.

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