Durango, Dgo.- Negocio de montachoques operado por una familia, de la que cada uno de sus integrantes tenía su función específica, pero afortunadamente ya cayó.
El negocio de montachoques operado por una familia, contaba hasta con un policía para darle “legitimidad” a sus extorsiones, área de cobranza y departamento de devolución de vehículos.
El grupo delictivo, cuyos integrantes tenían bien definidas las tareas que desempañaban cada uno de ellos, operaba como una verdadera empresa bastante redituable.
Los integrantes y funciones
Quien formó la banda disfrazada de empresa y que era un muy bien negocio, es Pedro, cuyo trabajo consistía en implementar las estrategias y dirigir las ilegales acciones.
“El Piolín” y otro individuo se encargaban de seleccionar a las víctimas u objetivos, que regularmente eran adultos mayores, así como de provocar los accidentes, es decir, los montachoques.
Jesús Omar tenía como misión llegar al escenario del hecho vial, para intimidar a los supuestos responsables, que eran los señores de la tercera edad.
Este mismo individuo se encargaba también de establecer la comunicación una vez concluido el percance, es decir, le daba seguimiento.
Una vez que la víctima aceptaba su responsabilidad, claro, tras la presión recibida y se comprometía a pagar, José Alberto era el encargado de planear el cobro, ya sea realizado en el mismo momento del percance o posteriormente.
Negocio familiar
Una función muy importante es la que realizaba el agente de la policía, de nombre Jaime, ya que para darle “legitimidad”, su función consistía en realizar los cobros.
Por su parte, la esposa del agente, de nombre Rubí, era la auxiliar de cobranza y de regresar los vehículos dañados, aunque a veces se quedaban con ellos como parte del pago, según la cuantía de los mismos.
La cuñada del agente, de nombre Magnolia Esmeralda, también era parte fundamental en la empresa, ya que le ayudaba a Rubí en la tarea de cobros y de regresar las unidades afectadas.
Los más influyentes del grupo eran precisamente el agente, su esposa y cuñada, ya que; Pedro el “gerente” de la empresa, es tío de su mujer y de su cuñada.
La caída del grupo
Luego de operar en Durango sin problemas, ya que actuaban y nadie denunciaba, la caída del grupo delictivo comenzó a escribirse el día cinco de julio.
Esa vez, la Fiscalía General del Estado (FGE) recibió la denuncia de un abuelito, que estaba molesto porque lo involucraron en un choque.
Seguro de que no era responsable y le cobraban los daños, acudió con el ministerio público, decidido a solicitar justicia, ya que consideraba que se estaba cometiendo una extorsión.
El adulto mayor contó la historia al representante social y al iniciar las investigaciones, la FGE descubrió que, el accidente no estaba registrado, pero que, además, se les hizo raro que un agente de policía cobrara los daños.
Es así como se logró el arresto del “gerente” Pedro “N”, de José Alberto “N”, del policía Jaime “N”, su esposa Rubí “N”, su cuñada Magnolia Esmeralda “N”, ellas dos, sobrinas del primero.
Todos ellos quedaron a disposición del Agente del Ministerio Público, por la responsabilidad que les pudiera resultar.
Por lo que respeta a Jesús Omar, está plenamente identificado, en contra del que se solicitó una orden de aprehensión y se trabaja para identificar y detener a El Piolín, así como al otro que montaba los choques.
Durante las investigaciones realizadas y por declaraciones de algunos de los detenidos, la FGE se enteró de que la banda de montachoques ya había operado en los estados de Sinaloa y Nuevo León.
La Fiscalía General del Estado solicita a quienes han sido víctimas de este tipo de delito que presenten su denuncia ante esa institución.
También pueden comunicarse al número de emergencia 911 o al 618 137 35 00.
Asimismo, invita la sociedad en general para que denuncien en caso de que sufran un choque y crean que son inocentes, ya que puede aparecer otro grupo delictivo de este tipo.
En su momento, la Fiscalía General del Estado, dirigida por la maestra Sonia Yadira de la Garza, informó sobre la exitosa detención de una banda dedicada a montar choques para extorsionar a adultos mayores en Durango, Sinaloa y Nuevo León.
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Por: Pilar Aguilar