El Mezquital, Durango.- Mientras los papás rayaban la amapola, el bebé de ambos se comía la goma que escurría de los bulbos.

Amelia, de 22 años y Fernando, de 17, ambos originarios y vecinos de la comunidad Chalates, son los padres de Rodrigo, este de apenas 18 meses de edad.

El caso se dio a conocer el domingo en la tarde, cuando al pequeño lo ingresaron al Hospital Materno Infantil.

Sin poder pronunciar el español, la pareja dio entender a los doctores y a las autoridades, que fue el sábado en la tarde cuando trabajaban en el sembradío.

Una versión es que la goma de opio que escurría de los bulbos de la amapola, la reunían en un recipiente y lo colocaron cerca de donde estaba el bebé, quien consumió parte del mismo.

Otra es que el pequeño mordió los bulbos de la amapola y se intoxicó, por lo que al verlo mal de salud, lo trasladaron al Hospital Integral de La Guajolota.

Debido a la gravedad, lo trajeron a la ciudad de Durango y lo ingresaron al Hospital Materno Infantil (HMI).

Los doctores lo recibieron inconsciente, lo intubaron y dejaron en el área pediátrica intensiva, donde permanece bastante delicado de salud.

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