Durango, Dgo.- Preparaba la fiesta de San Judas, pero lo ejecutaron durante un receso, por lo que fue una de las celebraciones más tristes para el personal de la institución en la que laboró.

Quien preparaba la fiesta de San Judas Tadeo, era el Subdirector de la Dirección Estatal de Investigación (DEI).

Antonio García Artea, era su nombre, al que durante los 18 años que permaneció en la corporación, todos los integrantes lo miraban con admiración, cariño y respeto, ya que lo consideraban un policía de pies a cabeza.

En 1989 ingresó al Instituto de Capacitación y Profesionalización Policiaca (INCAP), donde adquirió el gusto por la investigación.

Sus inicios

A principio del año 1990 egresó como agente de la Policía Judicial del Estado (PJE), en los tiempos que Antonio Díaz de León Cardona era el Director.

Durante los siguientes años, a base de trabajo, se ganó ascensos, como el de jefe de grupo, comandante y comandante regional.

Por alguna razón que se desconoce y tras al menos unos 17 años en la corporación, se retiró de la misma.

Luego de un breve receso, el gobernador Ismael Hernández Deras, invitó como Procurador de Justicia a Agustín García Leal.

Antes que él, estuvieron en esa misma posición el ex juez José Luis Carrillo Rodríguez y el magistrado con licencia Jesús Gutiérrez Vargas.

Fue entonces que García Leal invitó como Director Estatal de Investigación (DEI), a Juan Rafael Rosales Sida.

Su regreso

Alguien le debió comentar al procurador que Antonio era un excelente policía, porque también lo invitaron para que se hiciera cargo de la subdirección.

Tanto Rosales Sida como García Artea, se conocieron cuando Juan Francisco Arroyo Herrera era Procurador de Justicia y Sergio Núñez Castro, el titular de la PJE.

Era a mediados del año 2008 cuando ambos tomaron las riendas de la corporación, y la violencia estaba en su máximo apogeo.

En el mes de octubre, los altos y medios mandos de la DEI comenzaron a platicar sobre el tradicional festejo del santo patrono de los policías investigadores: San Judas Tadeo.

El día 26, tanto el procurador, como el director y subdirector, trabajaron durante toda la noche y casi hasta el amanecer del 27.

En la mañana laboraron normal, Rosales Sida se fue temprano y García Artea se quedó con algunos de sus colaboradores, para organizar el festejo de San Juditas.

La ejecución

Se llegó la tarde, los que estaban reunidos acordaron ir a comer para regresar y terminar el itinerario del día 28, así es que todos se retiraron.

El subdirector salió del edificio en su auto Focus, color blanco, tomó el bulevar Francisco Villa con dirección al centro de la ciudad, cuando poco antes de llegar a la agencia Nissan, se le emparejan dos camionetas.

De ambas unidades sujetos desconocidos asomaron por las ventanillas los cañones de potentes rifles y abrieron fuego hasta en más de 50 ocasiones.

Al jefe policiaco, con sobrada fama de entrón y decidido, no le dieron la más mínima oportunidad de defenderse.

Fue sorpresivo el ataque e instantánea su muerte, hecho con el que también dejaron inconcluso el programa de la celebración de San Judas.

Al día siguiente, se realizó acostumbrada misa en el templo de San Judas Tadeo, de la colonia Héctor Mayagoitia Domínguez, sin la presencia del Subdirector.

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Sin embargo, en el ambiente flotaba su presencia, como no ha dejado de flotar cada 28 de octubre, como seguramente sucederá mañana en tan especial fecha.

Y es que será a las 09:00 horas, en el estacionamiento del edificio de la PID, donde se celebre la tradicional misa.

Ahí estará la Fiscal General del Estado, Sonia Yadira de la Garza Fragoso, el titular de la Policía Investigadora de Delitos, Mario Montaño Huerta, los mandos medios y agentes.

Al hermano no lo mató la delincuencia, sino el Covid-19

Roberto García Artea, hermano de Antonio, fue también un policía investigador que sobrevivió a los atentados y enfrentamientos, pero al que el año pasado lo mató el Covid-19, por lo que ahora se encuentran juntos nuevamente.

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