El caso Del Villar: la complicidad entre el espectáculo y el crimen organizado
29/03/2025 - Hace 2 días en Durango EstadoEl caso Del Villar: la complicidad entre el espectáculo y el crimen organizado

Por: Felipe Correa
Ángel Villar, dueño y fundador de la disquera Del Records, fue hallado culpable el pasado jueves en Estados Unidos por realizar negocios con personas vinculadas al crimen organizado. El empresario zacatecano, de 45 años, enfrentará una pena máxima de 30 años de prisión, además de otros 10 cargos relacionados con la Ley de Designación de Cabecillas Extranjeros del Narcotráfico, conocida como la Kingpin Act, que sanciona a extranjeros involucrados en el tráfico internacional de drogas.
A pesar del veredicto, Villar permanece en libertad condicional tras pagar una fianza de 100 mil dólares. Su audiencia de sentencia está programada para el 15 de agosto, fecha en la que conocerá la condena que deberá cumplir.
Vínculos con el crimen organizado
Según un comunicado del Departamento de Justicia de Estados Unidos, Villar, a través de su empresa de promoción de conciertos Del Entertainment, fue encontrado culpable de mantener relaciones comerciales con Jesús «Chucho» Pérez Alvear, operador financiero del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y de la organización criminal Los Cuinis. En 2018, Pérez Alvear fue señalado oficialmente como narcotraficante tras descubrirse que facilitaba el lavado de dinero de estos grupos. Su vida terminó en diciembre de 2024, cuando fue asesinado en Polanco, Ciudad de México.
«Los acusados [Villar y su empresa] decidieron hacer negocios con un individuo que sabían que tenía vínculos con el CJNG y que había sido incluido en la lista de narcotraficantes bajo la Ley Kingpin», declaró el fiscal federal interino Joseph McNally.
El espectáculo y el narcotráfico: una relación innegable
Aunque a primera vista este caso podría parecer solo un escándalo de la industria del entretenimiento, en realidad evidencia una conexión que ha sido largamente sospechada: la relación entre el mundo del espectáculo y el crimen organizado.
Del Villar y su disquera fueron responsables de producir Ella baila sola, la exitosa canción que catapultó la carrera de Hassan Emilio Kabande Laija, mejor conocido como Peso Pluma.
El caso de Villar no es aislado. Otro exponente del género regional mexicano, Gerardo Ortiz, se declaró culpable en Estados Unidos bajo la Ley Kingpin y aún espera la resolución de su situación legal. Ortiz, quien grabó en 2012 en la capital de Durango el corrido Yo soy de Durango, es conocido por sus polémicas canciones, muchas de las cuales cuentan las andanzas de líderes y sicarios del narcotráfico, como en la canción La última sombra.
Este episodio es solo una muestra más de la complicada red de intereses que une la música y el crimen organizado, una realidad que sigue vigente en la escena del entretenimiento mexicano y de Estados Unidos.