Por: Cristian Adriel Atilano Rueda (10 años)

Pancho no creía en las historias que le contaban sus abuelitos, ni las de la Revolución, ni tampoco las de fantasmas, él afirmaba que nada era cierto hasta que lo viera.

Y, una noche su mundo quedo en completa oscuridad, todas sus pesadillas cobraban vida ante sus ojos; Hombres lobo, vampiros, fantasmas, brujas, duendes, y después estas criaturas se combinaban hasta convertirse en mutaciones de mitad lobo, mitad vampiro, mitad duende, mitad fantasma.

Pancho pensó que era solamente un mal sueño y sintiéndose valiente, desafió a la oscuridad y salió al patio.

Entonces, desde el árbol más grande del patio de su casa, vio una sombra enorme que abría sus alas y tan rápido como te lo cuento, con sus afiladas garras tomó a Pancho por los hombros y riendo burlonamente, intentaba llevárselo a ese mundo oscuro.

Pero el padre de Pancho, sorpresivamente y con fuerza, lo sujetó de los pies y en una lucha momentánea, logró rescatar al niño de aquella sombra maligna.

Casi muere Pancho del susto en aquella noche, despertó asustado y temeroso, y todavía temblando de pies a cabeza, se asoma a la ventana y se da cuenta que el mundo sigue igual, nada ha cambiado, la calle tiene iluminación.

Pancho ahora cree que hay historias, que aunque parezcan fantasías, resultan verdaderas.

Y tú, ¿Crees en historias?