Un día en la historia de Durango se creó el Teatro Victoria y en seguida presentamos pequeños relatos de micro historia que vivió el mencionado teatro.

Primera parte

Por; Pedro Núñez López.

En la Gaceta de México del 19 de marzo de 1800, puede leerse que, en celebridad de los años del Católico Monarca, que Dios guarde, se estrenó el Coliseo en Durango, con la representación de la primera parte de Andrómaca, a la que asistió el Ilustre Ayuntamiento, empleados de la Real Hacienda y todos los sujetos distinguidos. Que la construcción costó 22000 pesos, mismos que fueron pagados por el Regidor y Alférez Real y alcalde Ordinario don Juan Joseph de Zambrano; que se construyó con sólida sillería para ponerla al cubierto de algún incendio y que se dispuso con bella simetría y proporciones, con 26 palcos muy cómodos y unos arcos por los costados. Según se dijo este Coliseo fue el segundo que se construyó en Nueva España.

El teatro que fue conocido por El Coliseo o Teatro de Zambrano, duraría en pie hasta el mes de septiembre de 1909, pues en esa fecha fue demolido por don Jesús J. Ávila, para construir en su lugar el airoso, esbelto y elegante Teatro Victoria, inaugurado el sábado 30 de julio de 1910, por la compañía dramática de Virginia Fábregas. Según se dijo, el nuevo recinto reunía las condiciones de comodidad, refinamiento y buen gusto que reclamaba la época y era un teatro decente que hablaba muy alto a favor de la cultura.

Virginia Fábregas en Durango La compañía de Virginia Fábregas se presentó varias veces en el Teatro Victoria, y llegó a ser muy estimada y admirada por el culto público durangueño, como así lo muestra la crónica escrita por alguien que se firmaba J. M. Gut.: «Virginia Fábregas con su talento, con su belleza y con su elegancia, hizo de su dificilísimo papel una verdadera creación. Virginia, semejante al ave de Juno, tiene una retina de clarividencia en cada uno de sus poros, y como he dicho ya, en ediciones anteriores de este periódico, es una estrella desprendida de las constelaciones del verdadero arte.»

Juárez en Durango. Para el día 30 de diciembre de 1866 se llevó a cabo una corrida de toros e invitándolo al teatro el coliseo a escuchar la inauguración del himno a Juárez compuesto por el licenciado Antonio Verduzco y musicalización del director Miguel Meneses además de una ópera que presentaría el director.

Dos pesos cincuenta y cinco centavos en beneficio del Hospital Civil Un 19 de abril de los primeros años del siglo XX, la Sociedad de Estudiantes del Instituto Juárez organizó una función en el Teatro Victoria, en beneficio propio y del Hospital Civil. Después de haber hecho las cuentas correspondientes, en la que se incluyeron la venta de boletos y los gastos como el pago de 50 pesos al profesor Juan Villarreal por música, 20 pesos por alumbrado eléctrico, tres pesos al peluquero y peinador, cinco pesos al peinador árabe, seis pesos por aparato de proyección, etcétera, etcétera y un largo etcétera, quedó como ganancia líquida la cantidad de $102.55, de la cual la Sociedad con pulcra honestidad se reservó para sí la cantidad de cien pesos porque así se había convenido por acuerdo del 3 de abril, y envió al hospital Civil la cantidad sobrante de dos pesos, cincuenta y cinco centavos, que por la época y la crisis para algo han de haber servido.

El sábado 20 de julio de 1910, el Quinteto Fournier, dirigido por Francisco Fournier, se presentó en el Teatro Victoria, para abrir la temporada inaugural en unión de la Compañía Dramática de Virginia Fábregas. El quinteto había alcanzado una envidiable altura. Este célebre Quinteto, allá por 1910, estaba formado además de por el propio Fournier, por Alvaradito, por Honorio Rodríguez en el piano, Manuel García en el violín segundo y Zeferino Medina en el contrabajo.

Fuente de información, Instantáneas Durangueñas de Enrique Arrieta, imagen del Ing. José Luis Gómez.

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