La llegada de su Santidad Juan Pablo II a lo que es el máximo recinto católico del pueblo duranguense, se tiene calculada a las 13 horas con 30 minutos y su permanencia aquí será de 15 a 20 minutos, siendo lo esencial de su visita el saludar y bendecir a aproximadamente dos mil católicos, entre ancianos y enfermos que no podrán verlo en los demás eventos que presidirá el representante de Cristo durante su estancia en Durango.
Además de la comitiva papal estarán presentes en el santo recinto, 160 religiosas de clausura y aproximadamente 300 dirigentes del movimiento apostólico y un coro que será integrado por alumnos del Seminario Mayor y el Colegio Sor Juana Inés de la Cruz.
El máximo jefe de la Iglesia católica llegará a bordo del papamóvil descubierto y entrará a la Catedral por la puerta principal que se localiza por avenida 20 de Noviembre. Antes de atravesar el atrio, podrá develar un monumento que representa su figura.
Luego se dirigirá al altar mayor, en el que ocupará un lugar, junto con dos representantes más de la Iglesia, uno a la derecha y otro a la izquierda, para lo cual, han sido acondicionados tres sillones con finos adornos en hoja de oro y tapizados de terciopelo rojo, colocados en la sede, cerca de los escalones que van hacia el altar.
Aunque se desconoce quiénes estarán a los lados del Papa, lo cual se dará a conocer hasta el día 9, en el altar mayor lo acompañarán, además de su comitiva, el doctor López Aviña, el presbítero Corral Arredondo, Girolamo Prigione y, rodeándolo, alrededor de 20 miembros del venerable Cabildo Metropolitano e integrantes del Consejo Presbiteral.
Por la brevedad del tiempo y lo esencial del momento, durante la estancia del Santo Padre en la Catedral se expondrá la representación del Santísimo y la custodia monumental como un acto especial por esta ocasión, ya que estos actos litúrgicos se realizan una vez al año, en la fiesta de Corpus.
El pasillo central de la Catedral, desde la puerta principal hasta el altar mayor estará alfombrado de color rojo.
Pese a que aún se desconoce si el tiempo programado permitirá al Ilustre visitante conocer la sacristía, el pasillo de ésta ha sido también alfombrado de color rojo y sus alrededores con alfombra persa; ahí mismo adornarán cuatro grandes espejos que datan del siglo pasado y cuyos marcos se restauran con hoja de oro.
Entre los trabajos de restauración que se le hicieron a la Catedral para dar el recibimiento al Sumo Pontífice son: La limpieza de 20 pilares, pulido y barnizado de los mil metros cuadrados que tiene el recinto desde la entrada hasta el altar principal, cuya distancia será recorrida por Juan Pablo II y pintura en casi todo el interior, ya que algunas áreas no lo ameritaban, dado el buen mantenimiento que siempre se le ha dado.
Asimismo, fueron reforzados los barandales del atrio a fin de evitar posibles accidentes por la gran afluencia de gente; de igual forma, se dará iluminación en las torres y fachada principal hacia el exterior, para lo cual, por conducto del arzobispo Antonio López Aviña y el responsable del comité de Catedral durante la visita papal, presbítero Alberto Villalobos Salas, se gestionó ante la Comisión Federal de Electricidad (CFE), una subestación o transformador para uso exclusivo de Catedral en forma permanente.
Durante el breve acto de presencia de su Santidad en este lugar, las religiosas vestirán el hábito correspondiente a su congregación, en tanto que los canónigos portarán sotana negra, clavelín o capa corta con vivos morados; los obispos con el arreglo episcopal, sotana con visos rojos o bien, morados.
Los dos mil invitados especiales, seleccionados por el Arzobispo de acuerdo a sus obras cristianas, fe y constancia cristiana, deberán estar desde las nueve de la mañana en la Catedral, por lo que no deberán ser demasiado ancianos, dado el largo periodo de espera.
Las dos puertas laterales, una por calle Constitución, y la otra por Juárez estarán abiertas para dar acceso a los invitados especiales, mientras la principal se abrirá hasta el momento de la llegada del Santo Padre.
Al igual que en los demás eventos, el requisito para tener acceso a la Catedral es una rigurosa invitación personal e intransferible que podrán mostrar a las edecanes de los dos módulos que estarán colocados en cada puerta, donde se les canjeará la invitación por un gafete con el nombre del invitado.
En estos cuatro módulos, a la vista de todos habrán indicaciones numéricas del uno al 500, en otra del 500 al mil, y así sucesivamente hasta llegar al dos mil para que las personas puedan orientarse sobre cual entrada le quedará más cercana, además de que podrán preguntar al respecto a cualquiera de las 28 edecanes que estarán para brindarles ayuda.
Aparte de mostrar su invitación, los asistentes deberán mostrar cualquier otra identificación y, en caso de que los agentes de seguridad del Estado Mayor así lo exijan, deberán presentar dos o más identificaciones. Estas mismas medidas de seguridad se exigirán sin excepción, ya que el mismo Arzobispo y la comitiva del Papa portarán su gafete en un lugar visible, sin quitárselo en ningún momento.
Para entrar a este evento religioso, reiteró el presbítero Alberto Villalobos, sin invitación especial, no serán válidos los influyentísimos, al mismo tiempo que señaló que todos deben hacer conciencia en acatar las disposiciones y colaborar por la propia seguridad del Sumo Pontífice.
Los invitados fueron seleccionados por medio de computarización a fin de que todo coincida con los nombres, direcciones y números telefónicos de los invitados.
De igual forma, el padre Villalobos Salas manifestó que «todo será sencillo, pero lo más importante es la demostración de amor, respeto y ayuda de unos a otros, con el fin de que el Santo Padre sienta la veneración del pueblo católico de Durango».
Para brindar un mejor servicio a los invitados, además de las 28 edecanes, que se distribuirán en 14 en cada nave lateral, en los dos módulos del exterior habrá un matrimonio que las auxilie en la identificación de los invitados.
Las bancas de la iglesia estarán acomodadas en la forma tradicional.
En el transcurso de la breve, pero simbólica ceremonia que presidirá el Sucesor de Pedro en la Catedral, un coro integrado por 45 alumnos del Seminario Mayor y 52 alumnas del Colegio Sor Juana Inés de la Cruz interpretará «Tu Es Petrus» («Tú Eres Pedro», en español), canción con que tradicionalmente se le rinde honor al Papa. En esta melodía participarán como solistas: Susana Marrero y Juan José Martínez Mireles.
Con el acompañamiento musical del señor Macedonio Sierra Ávila, el mismo coro despedirá al representante de Pedro con el Himno Pontificio, cuyas partituras musicales son inspiración de Gounod.
De no presentarse cambios de última hora, el jerarca de la grey católica en el mundo abandonará la Catedral por la puerta principal, en cuyo atrio estará esperando el papamóvil listo para abordarlo y emprender la marcha rumbo al Arzobispado, a donde se espera su llegada 10 minutos después de las 14 horas para tomar sus alimentos en una comida de carácter privado y descansar después de esta jornada que reanudará a las 16 horas con 10 minutos para dirigirse a la explanada de la Soriana, donde habrá de oficiar una misa, la cual será el evento principal de su visita en Durango.
Fuente; folleto emitido por la Arquidiócesis de Durango, imágenes obtenidas del grupo «Durango Antiguo» del Facebook.