Por: Víctor Salas
El señor Héctor Delgado, dedicado a la pepena, busca clavos y alambre en la basura para vender y cubrir las necesidades económicas de su familia. Estaba emocionado porque ya había juntado cerca de cuatro kilos aproximadamente y comentó que en eso le darían 12 pesos, pues el kilo de lo pagan a tres pesos.
De igual manera se encontró cuatro pesos entre los escombros más lo que recibiría por el plástico recolectado, ya con eso podría comprar un kilo de tortillas y posiblemente una bolsa de frijol.
Explicó que con esta pandemia del COVID 19 no se trabaja igual, se siente muy presionado porque las autoridades se la pasan diciendo que «nos quedemos en casa, está bien cuando tienes solvencia económica, pero en mi caso le digo a mi señora, nos quedamos en casa no nos morimos de Coronavirus pero de hambre sí».