Cuando se realizó el proyecto del Mirador Los Remedios, nunca se pensó en que los propietarios de los terrenos vecinos, en algún momento, harían una construcción como está ocurriendo ahora, «y hay que decir que el particular tiene sus permisos en regla, por lo que la obra no se puede suspender», señaló el director municipal de Desarrollo Urbano, Alberto Pérez Arellano Soto.
El propietario de la construcción en cuestión solicitó todos sus permisos, e incluso se acercó al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) que fue quien le marcó lineamientos. Posteriormente, acudió a la Dirección de Desarrollo Urbano, y una vez cumplió con los requisitos de estructura, hidráulicos, sanitarios y todo lo que se requiere se le otorgó el permiso.
Cuando se observó que la construcción obstruye una vista oblicua de la terraza más baja del mirador, se clausuró la obra. Pero, luego de una revisión exhaustiva que incluyó niveles, ya que la obra no puede rebasar la altura del atrio de la Iglesia de Nuestra Señora de Los Remedios, se observó que la construcción cumple todos los requisitos.
El funcionario municipal explicó que el terreno en que se hace la casa tiene una topografía difícil, por lo que queda alto, pero en ningún momento está fuera del reglamento.
Pérez Arellano Soto reveló que están buscando una solución a este tema, para poder darle una respuesta a los duranguenses, ya que se entiende que las familias disfrutan de la vista del Mirador.
Finalmente, reiteró que la obra no se pude cancelar porque el particular cumple los reglamentos.